viernes, 20 de septiembre de 2019

El ensayo

El ensayo académico-argumentativo es aquél en el que se propone y defiende una postura personal sobre un tema o problemática determinada. Ya que se trata de un texto persuasivo, tiene como objetivo convencer a los lectores mediante el uso de argumentos, sin embargo, tampoco se trata de probar una verdad absoluta, sino más bien reflexionar en torno a un tema, por lo que también puedes presentar información relevante que contradiga tu punto de vista, de este modo evitas ser tendencioso, es decir, sólo presentar aquello que favorezca tu postura.


¿Cuál es su estructura? 
Por lo general, se dice que la estructura básica del ensayo es la introducción, cuerpo o desarrollo y conclusión. 
No obstante hay otros elementos que son importantes. 

En conjunto, un ensayo se compone por:
 ■ El título. Debe reflejar tu postura sobre el tema que abordarás, por lo que debe ser muy específico y claro. 
La introducción. Es la parte inicial del ensayo en la que se explica brevemente al lector el tema a abordar o problemática, algunos antecedentes, tu postura al respecto (tesis) y las partes en que se organiza tu texto. Estos párrafos son muy importantes porque deben captar el interés del lector, ya que es su primera aproximación a tu ensayo. 
En el cuerpo o desarrollo se plantean aquellas ideas personales que reflejen tu postura sobre el tema o problemática tratar, las que puedes apoyar con lo que otros autores han dicho al respecto, así como con ejemplos o datos estadísticos, por ejemplo. 
Recuerda que también puedes incluir información relevante que no favorezca tu punto de vista y después confrontarla con aquellas evidencias que sí lo hacen. 
En la conclusión o comentarios finales se trata de escribir una reflexión final sobre la información expuesta en tu texto, puedes recuperar los puntos más importantes de tu ensayo o bien hacer alguna propuesta al respecto. 
Referencias bibliográficas. En este apartado se escriben los datos completos de las fuentes consultadas. 
¿Cómo se hace? 
Preescritura 
Primero deberás elegir un tema considerando los siguientes aspectos:
  1. ¿Existen suficientes fuentes al respecto?
  2.  ¿Tienes acceso a esas fuentes (bibliotecas, recursos en internet, etc.)? y tal vez el más importante: 
  3. ¿El tema verdaderamente te interesa? 
Como el ensayo es un texto en el que defenderás un punto de vista, lo más importante es que tengas claridad e incluso pasión sobre dicho tema.

■ Establece tu postura ante el tema a desarrollar (tesis), pues esta será el eje de tu ensayo. 
■ Recopila, compara y analiza la información que encuentres sobre el tema. Es muy importante que tus fuentes de información sean confiables; puedes consultar: libros, revistas especializadas, páginas de internet, tesis, periódicos, videos, etc. De igual forma, es fundamental que escribas todos los datos de la bibliografía que consultes: autor, año, nombre de la revista o libro, editorial, país, volumen, número y páginas; pues muchas veces no se recopila completa y eso te puede representar problemas cuando quieras volver a revisar alguna fuente. 
■ Es recomendable que vayas haciendo notas que te ayuden a registrar las ideas o partes de los textos que recuperarás para tu ensayo, esto te permitirá tener mejor organizada la información al momento de comenzar a escribir. 
■ Organiza tus ideas en un esquema de redacción que te guíe durante la escritura de tu ensayo. En éste debes especificar la organización de las ideas que escribirás en la introducción, desarrollo y conclusión; así como las fuentes o autores a los que mencionarás en cada una de las partes de tu texto. Aunque el esquema puede modificarse durante el proceso de escritura, intenta respetarlo lo más posible. 

Durante la escritura
  1. Con base en el esquema de redacción que elaboraste comienza a escribir tu ensayo.
  2. Recuerda que es muy importante que desde la introducción enuncies tu postura sobre el tema a desarrollar, la cual apoyarás con argumentos, ejemplos, estadísticas, etc. Asimismo, ya que se trata de un texto más o menos breve, al escribir tus ideas es indispensable que seas concreto, como se dice coloquialmente “no le des muchas vueltas al asunto y ve al grano”. 
  3. El objetivo no es decir todo sobre un tema, sino exponer tu punto de vista, aquí tendrás que hacer un fuerte trabajo de síntesis para decir mucho con pocas palabras, por lo que es necesario que tengas claro qué quieres decir y cómo lo vas decir, por esta razón el lenguaje que utilices debe ser claro, directo y sencillo. 
  4. Pensar a quién o quiénes va dirigido tu texto puede ayudarte en esto. Además, debe existir coherencia en tu texto, o sea, las ideas que plantees deben estar organizadas y jerarquizadas, esto se logra cuando los párrafos de tu escrito son comprensibles en sí mismos, pero también se relacionan adecuadamente entre sí y no “brincan” de una idea a otra sin conexión, de este modo el cuerpo total de tu ensayo será entendible. Para esto, ten siempre en mente tu esquema de redacción, el orden en que planeaste presentar tus ideas.
  5. Como señala Goyes (2009: 154) “Construir párrafos adecuados al desarrollo de cada argumento es importante. Los párrafos se construyen a partir de una idea central alrededor de la cual giran otras ideas relacionadas que la explican o la especifican. Lo ideal es presentar cada argumento en uno o dos párrafos, evitando construcciones extensas o escuetas”. 

Postescritura
Una vez que hayas “finalizado” tu ensayo es necesario que lo releas completo, el objetivo es que analices si éste es comprensible, no sólo para ti, sino también para un posible lector@. 
A continuación te presentamos una lista sobre puntos a considerar para realizar esta revisión: 
■ Ten siempre presente que el eje conductor de tu texto es una determinada postura sobre un tema (tesis). 
■ Pon atención en que el orden de los párrafos sea el adecuado, así como en que la información que plasmaste en los mismos sea relevante para sustentar tu postura. 
■ Observa que el uso de signos de puntuación sea el adecuado, pues esto facilita o dificulta la lectura. Un buen ejercicio para esto es leer tu texto en voz alta y anotar aquellas partes en las que te “trabes”, consideres que falta una pausa o separar ideas.
■ El vocabulario que utilices debe ser variado y apropiado, por ello siempre debes trabajar con diccionarios de la lengua española y diccionarios de sinónimos. Algunas de las expresiones que utilices puedes sacarlas de los textos que leíste, que te suenen bonitas, expresiones idiomáticas que enriquecerán tu vocabulario. 
■ Cuida tu ortografía, si tienes duda sobre cómo se escribe alguna palabra consulta un diccionario, existen muchos ya en versión electrónica. 
■ Si algo no te convence re- escríbelo hasta que quedes satisfecho. Prueba a decir las cosas de diferente manera y ver si significan lo mismo, cuidando siempre la concreción, por ejemplo: “a este respecto se puede sumar la idea anterior misma que se mencionó en el párrafo anterior” por “como se expresó en el párrafo anterior, reiteramos que”. 
■ También puedes decirle a alguien que te lea, un amigo o un familiar, esto te dará una opinión más objetiva y sin duda te ayudará a mejorar aquellos aspectos que no son claros. 







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