El docente es el encargado de la evaluación de los aprendizajes de los alumnos y por lo tanto, es quien debe realizar el seguimiento, crear oportunidades de aprendizaje y hacer las modificaciones necesarias en su práctica para así mejorarla. Así mismo, es el responsable de llevar a la práctica el enfoque formativo e inclusivo de la evaluación de los aprendizajes.
¿Qué es el enfoque formativo de la evaluación?
El seguimiento al aprendizaje de los estudiantes se lleva a cabo mediante la obtención e interpretación de evidencias sobre el mismo. Éstas le permiten contar con la información y el conocimiento necesario para identificar tanto los logros como los factores que dificultan el aprendizaje de los estudiantes, para así brindarles retroalimentación y generar oportunidades de avance en sus niveles de logro. Para ello, es necesario identificar las estrategias y los instrumentos adecuados al nivel de desarrollo de los estudiantes, así como al aprendizaje que se espera.
Algunos de los instrumentos que pueden utilizarse para la obtención de evidencias son:
• Rúbrica o matriz de verificación
• Listas de cotejo o control
• Registro anecdótico o anecdotario
• Observación directa
• Producciones escritas y gráficas
• Proyectos colectivos de búsqueda de información, identificación de problemáticas y formulación de alternativas de solución
• Esquemas y mapas conceptuales
• Registros y cuadros de actitudes de los estudiantes observados en actividades colectivas
• Portafolios y carpetas de los trabajos.
• Pruebas orales o escritas
Definamos:
Estrategia de evaluación: Son el conjunto de métodos, técnicas y recursos que utiliza el docente para valorar el aprendizaje del alumno.
Finalidad de las estrategias de evaluación:
- Estimular la autonomía
- Monitorear los avances
- Comprobar el nivel de comprensión
- Identificar las necesidades
Técnicas, instrumentos y dimensión de una competencia que puede evaluarse con cada uno:
Como se puede observar, cada técnica posee sus propios instrumentos. Pero no todos nos permiten evaluar las tres dimensiones de una competencia, por ello es necesario que identifiquemos con pertinencia qué es lo que queremos evaluar y para qué vamos a evaluar, así como las características de los alumnos.
De esta manera, desde el enfoque formativo, independientemente de cuándo se lleven a cabo, del propósito que tengan, o de quienes intervengan en ellas, todas las evaluaciones deben conducir al mejoramiento del aprendizaje de los estudiantes y a un mejor desempeño del docente.
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