Dado que cada método tiene ventajas y
desventajas en su uso y funcionamiento, la mejor elección se realiza
considerando diferentes factores como el estado de salud de cada persona, la
posibilidad de acceder fácilmente a un método, la facilidad para usarlo
correctamente (no olvidar las tomas, saber colocarlo, revisarlo
ocasionalmente), así como la duración deseada. En algunos casos se considera
también la frecuencia con la que se tienen relaciones sexuales; sin embargo,
en el caso de las y los adolescentes, este dato es muy fácil de modificarse y
por lo tanto, también el tipo de método que deberían emplear.
Algunas de las principales
preguntas para decidir el tipo de método anticonceptivo tienen que ver con la
cantidad de tiempo en el que se estima que los planes de vida no incluyen un
embarazo. Esto es lo que generalmente puede llevar a elegir el método anticonceptivo
más conveniente para la prevención de un embarazo.
Si quiere conocer más acerca
de los métodos anticonceptivos puede a visitar las siguientes páginas de
Internet, referirlas a sus hijas e hijos para que las revisen con atención
y/o invitarles a que acudan a los servicios de salud amigables:
Condón masculino
En cuanto al condón, es
importante recordar que actualmente ya existen dos tipos: el masculino, también
llamado preservativo (se coloca en el pene) y el femenino (se coloca en la
vagina). El masculino es el más común y fácil de conseguir, también es un
poco más económico, por lo que se usa más frecuentemente. Este condón es
particularmente el método más utilizado por adolescentes. Por ello, es muy
importante que ellas y ellos sepan que, para que sea realmente útil, el
condón debe usarse correctamente. A continuación, se dan algunas
recomendaciones para el uso del preservativo que son importantes saber y que
sus hijas e hijos adolescentes lo sepan.
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