En el caso de nacimiento por
cesárea, la anestesia epidural, espinal o general, puede ser administrada con
seguridad. La elección de una de ellas dependerá de varios factores,
incluyendo tus condiciones médicas y las de tu hijo.
En caso de cesárea: ¿anestesia espinal o epidural?
En el
caso de una cesárea, la anestesia espinal es una excelente opción. Es
rápida, se utilizan bajas dosis de drogas y tiene la intensidad anestésica
suficiente para la operación.
La
anestesia epidural, por su parte, es
una buena alternativa en casos en que se pueda prolongar la cirugía,
ya que al dejar puesto un catéter epidural se pueden dar dosis adicionales,
prolongando la anestesia todo lo que sea necesario.
¿Cuándo se utiliza la anestesia general?
La
anestesia general es usada cuando no
es posible realizar una anestesia epidural o espinal, o bien, porque no son
las mejores opciones por razones médicas. Esta anestesia
puede ser iniciada rápidamente y su uso se prefiere para partos urgentes, ya sea vaginal o
por cesárea. La anestesia general es segura para ti y tu hijo.
Una de
las complicaciones que se puede presentar durante la anestesia general, se
debe a la comida y el líquido en el estómago de la madre, que eventualmente
podrían producir náuseas y vómitos. Es necesario estar preparados para
prevenir una aspiración involuntaria del contenido gástrico. Por esto, el
anestesiólogo toma precauciones extras y está permanentemente preocupado por
estos imprevistos.
Por
ello, recuerde que la embarazada no
debe comer o beber nada después que el trabajo de parto ha comenzado. Algunas
veces durante el trabajo de parto, pequeñas dosis de agua o hielo son
permitidos con el consentimiento de tu médico.
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