jueves, 16 de noviembre de 2017

La motivación intrínseca y la motivación extrínseca


¿Qué es lo que nos motiva?



La motivación intrínseca y la motivación extrínseca


La motivación intrínseca: Es la conducta que se lleva a cabo de manera frecuente y sin ningún tipo de contingencia externa.

El propio incentivo es intrínseco a la actividad misma, es decir, es la realización de la conducta en sí misma lo que nos mueve, los motivos que conducen a la activación de este patrón conductual son inherentes a nuestra persona sin necesidad de estímulos externos. De ahí que este tipo de comportamiento se considere intrínseco a las motivaciones personales de cada uno.

Ejemplo:
Cuando ponemos en práctica un hobby, cuando realizamos una actividad por el hecho de superarnos a nosotras mismas.

Por lo general suele verse de forma más fácil en la motivación deportiva y también cuando tenemos una motivación personal sobre un proyecto nuestro que tiene mucho valor para nosotros, aunque de cara a los demás pueda carecer de un sentido práctico. alguna Existen películas en la que había un momento emotivo en el cual la motivación deportiva y la motivación personal estaban a flote en mitad de un discurso que inspiraba al equipo a ganar en el último segundo apelando a este tipo de deseos personales de cada jugador.

Las características principales para que una conducta se considere intrínseca tienen que ver con dos conceptos: la autodeterminación y la competencia.

Estos dos elementos son los responsables de que nos guiemos por valores intrínsecos bajo nuestra motivación propia en lugar de vernos influidos por factores extrínsecos a nosotros mismos.

Estos sentimientos de competencia y autodeterminación no requieren de motivaciones externas ni biológicas para su aparición, sino que son el agente causal de la propia conducta.

Como seres humanos necesitamos transcender, buscamos explorar nuestras propias competencias y necesitamos conocer cuáles son y ponerlas apunto día tras día.

La competencia se entiende como el deseo personal de controlar nuestro propio ambiente (White).






 La motivación extrínseca: 

Son los motivos que impulsan la acción son ajenos a la misma, es decir, están determinados por las contingencias externas.

Esto se refiere a incentivos o reforzadores negativos o positivos externos al propio sujeto y actividad.

Ejemplo:

Frecuentemente se da una motivación en el trabajo que sea extrínseca basada en conseguir determinados objetivos.

Si se logra satisfacer las expectativas en el trabajo entonces se logra un premio de recompensa.

Generalmente es el propio salario del trabajo la principal motivación laboral que existe cuando hacemos algo a cambio de un bien material.

Cuando el premio es extrínseco en lugar de intrínseco el rendimiento disminuye.

En las últimas décadas, se está empezando a valorar otro tipo de incentivos que no sean económicos tales como descansos, reconocimiento que busca alentar al trabajador con frases motivadoras y resaltando sus puntos fuertes, aunque se mantiene el factor material con mucha diferencia como gran incentivo.

El motivo innato de curiosidad


Es un motivo de los más grandes y más prácticos que podemos tener.

El motivo de curiosidad viene definido desde los primeros años de vida como la capacidad que tiene el individuo de estar en una situación en la que podemos elegir varias respuestas, y es ahí donde se genera un impulso innato de búsqueda de información para resolver el problema. Es un motivo intrínseco, no viene definido por recompensas externas.







Concluyendo, debemos seguir en constante aprendizaje y con una innata curiosidad hacia la vida.

Este conocimiento parte de nosotros mismos, de nosotras mismas.

Debemos diferenciar nuestras motivaciones intrínsecas y las extrínsecas, y saber por qué actuamos.

A partir de ahí, es más fácil manejar las situaciones del día a día.

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