Reseña aparecida en la revista SUMA
La declaración del año 2000 como el Año Mundial de las Matemáticas ha permitido
que los editoriales publiquen obras sobre temas matemáticos que, de otra forma,
hubiesen tenido difícil su publicación.
Quiero comenzar haciendo una declaración de principio, esta novela me encantó,
disfruté con ella hasta sentir pena por haber llegado a su final.
Es, por esto, por lo
que me he atrevido a hacer esta reseña.
En primer lugar, creo que hay que decir que nos encontramos ante una obra de
divulgación de las matemáticas, una obra dirigida a un público desconocedor de los
grandes y pequeños problemas matemáticos y, por supuesto, de su historia.
Es
decir, una obra para todo el mundo, salvo para profesores de Matemáticas.
Para cualquiera que haya estudiado Exactas y se haya interesado en su historia,
esta novela, como historia de las Matemáticas, no le aportará nada nuevo.
Los
amantes de las novelas de intriga y misterio dirán que la trama policial que sostiene
la novela es pobre y nada creíble. En este punto más de uno se preguntará ¿qué es
lo que te ha gustado?
Me ha gustado la forma sencilla, clara y sin pedantería de
explicar a las personas que no estén familiarizadas con esta rama de la ciencia, la
historia de las Matemáticas, decirles qué es un teorema y explicarles su importancia
en el desarrollo posterior de la ciencia, que la esencia de las Matemáticas es la
LIBERTAD, que los griegos fueron unos grandes matemáticos porque «los
pensadores son hombres libres», mostrar cómo trataron sus maestros a uno de los
más grandes matemáticos, Galois, del que entre otras cosas dijeron: «¡Aspira a lo
originalidad!», «¡Protesta contra el silencio!».
Conocer cómo eran las relaciones
entre algunos de los grandes matemáticos, ver las zancadillas, «robos» y desprecio
que sufrieron de sus colegas, en fin, cosas que, desgraciadamente, no aparecen en
la mayoría de las clases que damos los profesores de Matemáticas.
Escribiendo estas líneas acabo de caer en la cuenta de que estamos ante un plan del
gobierno sobre la Reforma de las Humanidades en el que sólo se habla del Latín, del
Griego, ¡ah! y de la Historia.
Cuando leía el libro estaba pensando en mis alumnos.
Creo, sinceramente, que
puede ser leído por muchos de ellos y quizás alguno perdiese ese miedo y, por qué
no decirlo, el odio (como le pasa al protagonista de la novela) que tienen hacia la
asignatura.
Si hacemos abstracción de la trama argumental, los capítulos pueden ser leídos sin
seguir el orden en el que están escritos, cada uno de ellos tiene entidad propia.
Puede ser una buena herramienta para hacer pequeños trabajos sobre la historia de
las Matemáticas y, lo que es más importante, está desprovisto del rigor que tanto
asusta, que tienen los libros serios y, por tanto, permite un más ameno
acercamiento al tema.
Lástima que la historia prácticamente termine con Euler, con
lo que gran parte de los conceptos que manejan nuestros alumnos del bachillerato
no aparece en esta historia.
(Reseña aparecida en la revista SUMA nº 35, Nov-2000)
En el siguiente link encuentra el libro completo
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