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lunes, 7 de junio de 2021

Técnicas de asertividad

 


La asertividad tiene diferentes técnicas que veremos a continuación pero una de las más características es la expresión de algo que me ha molestado, podríamos definirlo como la expresión sana de enfados. Esta técnica tiene una estructura a seguir con una serie de puntos a tener en cuenta que harán que lo que digamos tenga un gran poder en la persona a la que lo estamos diciendo, ya que no podrá excusarse con lo que le digamos ni ponerse a la defensiva.

La estructura es:

  1. Descripción objetiva de lo ocurrido: aquí tenemos que realizar una descripción de los hechos lo más objetiva posible, evitando en la medida de lo posible meter ningún juicio nuestro ni valoración de lo que ha hecho la otra persona. Importante: estamos juzgando lo que ha ocurrido ahora, así que evitemos las palabras críticas como “siempre”, “nunca”, “todo” y “nada”. Mensajes como “siempre haces lo mismo” no ayudarán a que la otra persona perciba bien lo que le estamos diciendo, además de que con mucha probabilidad podrá ser un mensaje erróneo (¿realmente siempre siempre hace lo mismo?).
  1. A continuación expresaremos cómo nos sentimos ante esta situación y para ello utilizaremos los MENSAJES YO, es decir, expresaré cómo me siento yo “yo me siento ____”. Evitando por tanto los mensajes de “tú me haces sentir así» y menos uniéndolos con las palabras críticas de antes “siempre me haces sentir así”. Mira la diferencia entre decirte “es que siempre que te digo las cosas, nunca me escuchas y me haces sentir muy mal” a “veo que las últimas veces que te he dicho que recogieras esto he visto que no lo has hecho hasta pasados dos días y al verlo, me siento muy triste porque pienso que no tienes en cuenta mis necesidades”. Creo que se ve de lejos cómo la otra persona podrá percibir uno y otro mensaje. Lo que estamos haciendo también es que la otra persona esté receptiva a escuchar lo que le estamos diciendo. Si usamos el primer mensaje, lo más seguro es que adopte una actitud defensiva que impedirá que escuche lo que le estamos diciendo, y que generará de primeras una excusa u otro enfado por su parte “siempre estás igual, siempres saltas a la mínima, etc.”.
  1. Ofrecer alternativas: es importante ofrecer otros caminos u otras formas de hacer las cosas y expresar cómo nos harían sentir: si yo ofrezco a la persona con la que estoy hablando otra forma de actuar transmitiéndole cómo me haría sentir eso, tendré más posibilidades de que acepte cambiar su actitud. Ejemplo: “me gustaría / te propongo que la próxima vez en vez de hacer esto que has hecho, hicieras lo que te comento. De esta forma yo me sentiré más tranquilo, más contento, escuchado y al fin y al cabo, más feliz”. Así estamos ofreciendo una alternativa desde algo constructivo y diciendo las consecuencias emocionales (positivas) que tendrían en nosotros. Técnica mucho más efectiva que alguna de las que veíamos antes como la amenaza, el sarcasmo, la pasividad, etc.

Aplicando esta estructura y estando atento a ser lo más objetivo posible, sin meter valoraciones de ningún tipo y expresando las emociones desde lo que siento yo, (sin echárselas en cara a la otra persona ni haciéndole culpable de mi estado de ánimo), podremos expresar lo que ha ocurrido y por qué yo me siento así. Si ya además ofrecemos alternativas y cómo estas nos harían sentir, tenemos muchas más posibilidades de poder afrontar esta situación y llegar a un acuerdo que satisfaga a las dos partes. Si quieres leer en detalle la técnica y todos los puntos a tener en cuenta para la expresión sana de un enfado visita este artículo.

Ahora hablaré sobre dos de las técnicas asertivas más conocidas y las cuáles podemos usar en muchas ocasiones. Si estás interesado en saber más técnicas, mira también en la sección de libros de asertividad un poco más abajo.

Técnica del disco rayado

El objetivo de esta técnica se basa en ser persistente en aquello que queremos, o muchas veces, en lo que no queremos. Esta técnica nos es muy útil cuando queremos rechazar una petición: ya sea de tus amigos insistiendo en salir cuando a ti no te apetece, o cuando alguien quiere vender algo (en este último caso es recomendable usarla junto a la del banco de niebla).

La técnica consiste en repetir la misma frase una y otra vez, independientemente de lo que diga el otro. Es importante que esta frase no sea excesivamente larga y que, diga lo que diga el interlocutor, no dejemos de repetirlo (aunque a veces sus comentarios nos hagan querer «entrar al trapo»).

El tono verbal tiene que ser serio y sin variaciones de volumen y entonación (para que no se nos confunda con un tono de sorna o sarcástico), sonando firmes y convencidos en lo que decimos.

A continuación os presentamos dos ejemplos de asertividad con esta técnica:

Ejemplo 1

– Hoy hemos quedado los del grupo, ¿Te vienes a tomar algo? 
– No, gracias, hoy estoy cansado, otro día.
– Venga que van a venir todos y vamos a ir a un sitio nuevo.
– No, gracias, hoy estoy cansado, otro día voy.
– Vamos hombre, no seas rancio que llevamos mucho sin quedar, no me defraudes.
– No, muchas gracias, hoy estoy cansado, otro día quedamos.
– ¡Venga que vas a ser el único que no vengas! Vas a quedar súper mal con estos.
– No, gracias, hoy estoy cansado, otro día de verdad.
– Pues nada soso, nos iremos nosotros, ¡hasta luego!

Ejemplo 2

– Buenos días, estamos ofreciendo la nueva tarifa que aglutina móvil, teléfono fijo e internet.
– No, gracias, no estoy interesado.
– Con esta nueva oferta se ahorraría 50 € al mes y según vemos…
– No estoy interesado, muchas gracias.
– Si tuviera cinco minutos le explicaremos como podrá ahorrarse al mes…
– Muchas gracias pero no estoy interesado.
– Bueno, muchas gracias por su tiempo.

Técnica del banco de niebla

Esta técnica consiste en «torear» al interlocutor que nos está dando una crítica, pero transmitiéndole la idea de que puede tener razón. Usando el banco de niebla, ignoramos los puntos que pueden llevarnos a responderle de forma agresiva. También, al aceptar que existen aspectos en su crítica con las que estamos de acuerdo, llegamos a un punto medio pero sin transmitir que estamos de acuerdo con toda la crítica expresada.

Esta técnica es muy útil en situaciones manipulativas en las que nos increpan cosas que pueden ser mentira para conseguir algo, estas situaciones pueden ser hostiles y, a veces, con ganas de que se genere una trifulca.

El darle la razón a la otra persona, podemos hacerlo de diferentes formas:


  • La verdad de la critica: por ejemplo, ante “nunca vienes a casa a comer, estás dejando de lado a tu madre», responder, “tienes razón, ya no voy a casa a comer, pero mi nueva situación familiar no me lo permite».
  • La posibilidad de lo que dicen: por ejemplo, ante “menudo inútil, pero ¿cómo has hecho esto tan mal?” responder “ es verdad, a veces podría hacer las cosas de forma más eficaz»
  • Las declaraciones lógicas que nos lanzan: por ejemplo, ante “si no pides perdón a tu padre, no querrá saber nada de ti«, responder “puede que tengas razón y no quiera volver a verme, pero todavía no estoy listo para hablar con él»

Ejemplo 1.

La primera personas critica a la segunda por algo en lo que puede tener razón o no, el criticado acepta que pueda tener razón en su primera respuesta y en la segunda le da también razón pero sin entrar al trapo a la crítica ni justificarse ni excusarse.

– «Ya estamos llegando tarde como siempre por tu culpa».
– «Puede que tengas razón».
– «No es que pueda tener razón, es que siempre llegamos tarde a todos lados por ti».
– «Es verdad, siempre llegamos tarde».

Ejemplo 2.

En este caso, la primera persona pide a la segunda algo que esta no quiere dejar. Ante la negativa, la primera intenta manipularla y chantajearla pero la primera usa el blanco de niebla para evitar la confrontación: le da la razón en una parte y le permite la posibilidad de que pueda ser verdad la otra

– «Pedro, ¿me dejas tu coche para un viaje?«.
– «Prefiero no hacerlo tío».
– «Pero bueno, no me puedo creer que seas tan egoísta si yo te lo dejé la última vez».
– «Tienes razón, me lo dejaste la última vez y puede que sea egoísta, pero prefiero no dejártelo»


Sí, esto suena muy fácil pero…

Como siempre, estas técnicas o ejemplos de asertividad hay que llevarlas a la práctica y, en ese trabajo, pueden surgir obstáculos que hagan que esto no salga como esperamos. Por ello voy a darte algunas pautas o indicadores que te ayudarán a que salga lo mejor posible:

  • Crear un entorno favorable: siempre que podamos es aconsejable tener el control de las situaciones, por ejemplo, si queremos hablar con algún compañero de trabajo o alguien de nuestra familia. Elegir un lugar en el que sepamos que no nos van a interrumpir y que tanto la otra persona como yo nos vamos a sentir cómodos, facilitará que no surjan interrupciones de ningún tipo y que los dos nos encontremos suficientemente a gusto como para tratar el tema. Si tengo que hablar con un compañero de trabajo, seguro que sé la mejor hora para hacerlo y puedo meterle en algún despacho o sala para estar tranquilos. Si quiero hablar de algo con mi pareja, seguro que cuando hayas dormido a tus hijos será un buen momento para los dos para hablar estas cosas, y no cuando estéis dándoles de cenar, momento en el que podrán surgir más interrupciones.
  • Estado de ánimo: igual o más importante que el entorno donde vayas a tratar el tema, es el estado de ánimo en el que os encontréis las dos personas. En el caso de la otra persona si veo que se encuentra en un momento emocionalmente difícil o inestable, podré tomar la decisión de hablarlo en otro momento más adecuado para ella. En cambio si soy yo el que no se encuentra en su mejor estado emocional, quizás pueda buscar la manera de darme lo que necesito para estar en el estado emocional buscado. Quizás necesito respirar profundamente, o hablar antes con otra persona, o darme un baño tranquilo, o ir a que me dé un poco el aire, o esperar uno o dos días…
  • Escucha activa: la escucha activa por nuestra parte será muy importante para hacer sentir a la otra persona que nos importa su opinión. También para nosotros lo será para conocer las razones por las que ha actuado de esa forma y encontrar la mejor solución entre los dos ante lo que puede ser un problema.

  • Práctica, práctica y práctica: teniendo estos tres factores controlados, lo que nos hará ir dominando las técnicas de asertividad será la práctica, por ello el practicar con diferentes personas en diferentes ámbitos nos hará ir perfeccionando estas técnicas así como gestionar los posibles contratiempos con los que nos podamos encontrar.

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