domingo, 17 de marzo de 2019

Batallón de San Patricio: irlandeses que defendieron a México

Durante los años de 1846 y 1848, el ejército estadounidense invadió México y aunque ya había logrado quedarse con Texas, no dejaba de avanzar por el territorio; sin embargo, hubo una vuelta de tuerca. John O’Riley, miembro del ejército estadounidense, desertó y después de él muchos otros soldados, tanto de origen irlandés como alemán. Pero no solo hubo deserción sino que se unieron al ejército contrario: el mexicano.

Era un hecho, los Estados Unidos querían expandir sus fronteras hacia el sur, a costa del territorio mexicano; y lo lograron en parte —consiguieron Texas—, pero cuando su ejército había llegado a Matamoros, un joven de origen irlandés llamado John O’Riley pidió permiso para visitar la iglesia del lugar. Pasaron los días y las visitas de John se hicieron cada vez más frecuentes, hasta que un día dejó de volver al campamento. 

El Batallón de San Patricio

Después de John, muchos otros miembros abandonaron a los estadounidenses para unirse al ejército mexicano, pero ¿por qué sucedió esto? Una razón podría ser la diferencia en las religiones; es decir, mientras que los estadounidenses profesaban el protestantismo, John y los demás desertores habían crecido en un ambiente completamente católico. Por lo tanto, al ser discriminados, víctimas de burlas y notar que el trato era igual para los mexicanos —y además de que estos también eran católicos—, terminaron sintiéndose mucho más cercanos a los invadidos que a los invasores.

Entonces, los irlandeses se agruparon y tomaron sus armas para sumarse al ejército mexicano. Como símbolo de su unión con los contrarios elevaron una bandera. Esa insignia de fondo verde presumía un arpa dorada, la frase Erin Go Bragh (Irlanda por siempre) y la imagen de San Patricio, el santo patrono de Irlanda, y fue por él que el grupo es conocido como el Batallón de San Patricio.


La batalla perdida dejó lazos que permanecen

El Batallón de San Patricio fue pieza clave en las luchas de Monterrey y Angostura, pero finalmente cayeron cuando las fuerzas armadas mexicanas se habían resguardado en el Convento de Santa María de Churubusco, donde fueron sorprendidos por el ejército estadounidense, dirigido por el general Twiggs.
Se inició un enfrentamiento armado, pero el ejército mexicano se quedó sin municiones así que fueron vencidos. Después de este fracaso, los estadounidenses sometieron a los mexicanos y condenaron a los desertores irlandeses y alemanes a morir ahorcados mientras se alzaba la bandera de los Estados Unidos en el Castillo de Chapultepec.

La tradición que perdura


Pese a la derrota, en el Convento de Santa María aún se honra el valor que tuvieron los soldados irlandeses para defender a México. Por eso el 17 de marzo, mexicanos e irlandeses nos unimos y celebramos a San Patricio y la expulsión de algunos duendes, brindando con cerveza verde y tréboles.




Para saber más

  • Si vives en la Ciudad de México o vas de visita, puedes echarle un vistazo al busto de O’Riley,monumento dedicado a John y al Batallón de San Patricio,ubicado en la Plaza San Jacinto, colonia San ìÁngel.
  • Como reconocimiento a la labor de John y del Batallón de San Patricio, el gobierno mexicano donó una escultura al gobierno irlandés. Dicha estatua fue colocada en el pueblo que vio nacer a John: Clifden, situado en el condado de Galway, Irlanda.
  • En Clifden se recuerda al Batallón de San Patricio los días 12 de septiembre. 

En el arte


  • Se han escrito por lo menos dos novelas acerca del tema: Los del San Patricio del autor italiano Pino Cacucci y Batallón de San Patricio de la mexicana Patricia Cox.
  • Se han producido por lo menos dos películas respecto al Batallón de San Patricio, una es One man´s hero (1999), traducida al español como “Héroes sin patria”, en la que actúa Daniela Romo, Joaquín de Almeida y Tom Berenger. La segunda es El cementerio de las águilas (1939), en la cual actúa Jorge Negrete y Manolo Fábregas.




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