El estigma es otro tipo de creencia y lo podemos definir como la desacreditación culturalmente establecida hacia una persona o grupo de personas por sus características físicas o simbólicas. Quien posee un atributo estigmatizado, ya ha sido rechazado de antemano porque existe en la sociedad un conjunto de prejuicios que lo ponen en desventaja. Hay que recordar que, en la tradición católica, los estigmas son marcas físicas que Dios coloca sobre ciertas personas para distinguirlas de otras, y que ellas no pueden despojarse de estos por su voluntad; son marcas permanentes que los hacen aparecer como especiales antes los ojos de las y los otros.
- Por ejemplo, el color de piel, los rasgos faciales o algún tipo de discapacidad constituyen algunas de las características que pueden colocar a las personas en una situación de discriminación.
La palabra estigma también se emplea para referir a otros atributos que, si bien no son observables a simple vista, son percibidos por la sociedad como rasgos inferiores, adversos, no convenientes, etcétera.
- Por ejemplo: ser gay o lesbiana, ser persona judía, pertenecer a un partido político, vivir con alguna condición de salud, etcétera.
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