El cortometraje animado The Potter (El alfarero) fue creado por Josh Burton como un proyecto de tesis. La historia relata cómo un maestro le enseña a su discípulo a darle vida a unas figuras de barro. Los dos personajes tienen una estrecha relación y el niño en particular admira mucho a su maestro, una especie de monstruo carismático quien crea los más bellos objetos de barro. Ansioso por llegar a ser como él y conseguir la magia que sólo su maestro tiene, el pequeño trabaja de forma constante y rigurosa.
En 6 minutos, Burton presenta una alegoría de los procesos de enseñanza y del rol de los docentes en éstos. La paciencia, la constancia, el esfuerzo y la dedicación aparecen en esta propuesta animada como valores indispensables en la consecución de objetivos.
El aprendiz en este corto, pasa por diversas fases.
Fases que le permitirán más adelante transformarse y alcanzar los logros esperados.
Durante estas fases el maestro siempre está a su lado, quien con dedicación, acompaña a su aprendiz en una etapa llena de ensayo y error, dudas, e incluso frustración, pero sobre todo, una etapa llena de mejoras y crecimiento personal.
La meta a la que tiene que llegar este joven aprendiz no es sencilla, pero él no se rinde, es perseverante en su misión y gracias a su maestro, quien al no darle todas las respuestas, actúa como un guía excepcional, el pequeño logra escalar paso a paso.
Al final, el brillo en los ojos del niño es la conclusión de este corto relato que da cuenta de la satisfacción que genera un aprendizaje y la importancia de un buen educador a lo largo de un proceso de formación que a pesar de estar lleno de altos y bajos, es absolutamente enriquecedor para ambas partes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario