Escritor argentino que se caracteriza por la lucidez intelectual y el manejo de la cultura presente en su obra, nace el 24 de Agosto de 1899 en la ciudad de Buenos Aires Argentina; Borges fue sin duda uno de los mejores prosistas y poetas del siglo XX que escribió una gran cantidad de Cuentos, Poemas y Ensayos; su escritura se distinguió por enfocarse más al sentido humano de la sociedad creyendo en lo bueno de las personas e infundando el amor que le tenía a su país y más particularmente a su ciudad natal, amor que se puede observar en su poema más importante denominado “Fervor de Buenos Aires” Escrito en el año de 1923, donde describe desde las calles hasta los campos atardecidos de la ciudad Argentina que lleva en título del poema.
Jorge Luis Borges provenía de las familias acaudaladas de Argentina que se habían asentado en ese espacio después de cambiar las raíces criollas, anglosajonas y portuguesas que tenían; su familia se distinguió por haber sido parte de los pioneros en la independencia Argentina y de igual manera gran parte de su familia formaron parte del acervo cultural en la creación de poesía romántica. El papá de Borges fue un abogado que se dedicaba a impartir clases de psicología y a quien según el siguiente párrafo: «Él me reveló el poder de la poesía: el hecho de que las palabras sean no sólo un medio de comunicación sino símbolos mágicos y música» fue quien indujo a Borges a un mundo de prosas y hermosos escritos.
Debido al ambiente contextual en el que Borges creció aprendió a leer y a escribir a los 8 años de edad en un ambiente completamente Bilingüe, a los 9 años pudo traducir la obra de Oscar Wilde “El Príncipe Feliz” que fue publicada en el periódico “El País”, de igual manera Borges era muy reconocido por su pensamiento que lo hizo acreedor a que las personas lo llamarán uno de los eruditos del siglo XX y comenzara el colegio desde el 4to año.
Poema Arte poética
Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.
Sentir que la vigilia es otro sueño
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche , que se llama sueño.
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche , que se llama sueño.
Ver en el día o en el año un símbolo
de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años
en una música, un rumor, y un símbolo,
de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años
en una música, un rumor, y un símbolo,
ver en la muerte el sueño, en el ocaso
un triste oro, tal es la poesía
que es inmortal y pobre. La poesía
vuelve como la aurora y el ocaso.
un triste oro, tal es la poesía
que es inmortal y pobre. La poesía
vuelve como la aurora y el ocaso.
A veces en las tardes una cara
nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.
nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.
También es como el río interminable
que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el río interminable.
que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el río interminable.
Jorge Luis Borges
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