Julio Cortázar fue un escritor argentino de cuentos, poemas y novelas que se caracterizó por borrar las fronteras entre realidad y ficción, mediante la creación de personajes enfrentados con lo inverosímil e increíble, de descendencia francesa, vasca y alemana nace en Bélgica el 26 de Agosto de 1914 cuando su papá era embajador de argentina en Bélgica; en medio de conflictos bélicos de la primera guerra mundial, que generaría una maduración contextual de un escritor puramente pacifista que desde pequeño fue un gran aficionado a la literatura principalmente de Edgar Allan Poe quien influenciaría su escritura al combinar lo real con lo irreal en un mundo de personajes con características psicológicas propias y de singularidades únicas con la muerte como solución, este tipo de escritura de Cortázar fue denominada como surrealistas por sus ya que solo puede ser congruentes en los sueños.
La obra de Julio Cortázar fue bastante amplia; escribió prosa poética, narración breve y al igual que Allan Poe fue considerado como un maestro en el rubro del relato corto, sus novelas son consideradas dentro del género “realismo mágico”, muy característico de Latinoamérica y del cual Gabriel García Márquez es el principal exponente; su educación fue la docencia en letras por la escuela normal de profesores Manuel Acosta y un año en la rama filosófica por la Universidad de Buenos Aires la cual abandonaría para dedicarse a dar clases en diversas escuelas y ayudar a su madre en lo económico desencadenado por el abandono de su padre y que los había dejado en condiciones no tan aceptables.
Fue un gran activista político que prefirió el desempleo antes de aceptar el gobierno de Juan Domingo Perón, se distinguió por luchar a favor de los derechos humanos y de la libertad de expresión, a pesar de que ayudó mucho a Latinoamérica en Europa decidió que lo mejor sería nacionalizarse en Francia para vivir el resto de su vida ahí por la inaceptación del gobierno de Juan Perón.
Poema Los amantes
¿Quién los ve andar por la ciudad
Si todos están ciegos?
Ellos se toman de la mano: algo habla
entre sus dedos, lenguas dulces
lamen la húmeda palma, corren por las
falanges,
y arriba está la noche llena de ojos.
Son los amantes, su isla flota a la deriva
hacia muertes de césped, hacia puertos
que se abren entre sábanas.
Todo se desordena a través de ellos,
todo encuentra su cifra escamoteada;
pero ellos ni siquiera saben
que mientras ruedan en su amarga arena
hay una pausa en la obra de la nada,
el tigre es un jardín que juega.
Si todos están ciegos?
Ellos se toman de la mano: algo habla
entre sus dedos, lenguas dulces
lamen la húmeda palma, corren por las
falanges,
y arriba está la noche llena de ojos.
Son los amantes, su isla flota a la deriva
hacia muertes de césped, hacia puertos
que se abren entre sábanas.
Todo se desordena a través de ellos,
todo encuentra su cifra escamoteada;
pero ellos ni siquiera saben
que mientras ruedan en su amarga arena
hay una pausa en la obra de la nada,
el tigre es un jardín que juega.
Amanece en los carros de basura,
empiezan a salir los ciegos,
el ministerio abre sus puertas.
Los amantes rendidos se miran y se tocan
una vez más antes de oler el día.
Ya están vestidos, ya se van por la calle.
Y es sólo entonces
cuando están muertos, cuando están vestidos,
que la ciudad los recupera hipócrita
y les impone los deberes cotidianos.
empiezan a salir los ciegos,
el ministerio abre sus puertas.
Los amantes rendidos se miran y se tocan
una vez más antes de oler el día.
Ya están vestidos, ya se van por la calle.
Y es sólo entonces
cuando están muertos, cuando están vestidos,
que la ciudad los recupera hipócrita
y les impone los deberes cotidianos.
Julio Cortázar
No hay comentarios:
Publicar un comentario