Las castas de la Nueva España eran un sistema de jerarquía social, económica y política que imperó en el continente americano durante la colonización europea (siglo XV) y que perduró hasta el siglo XVII.
Las castas estaban formadas por diferentes grupos étnicos y sociales que poco a poco fueron integrándose para dar paso a nuevas castas y a un lento pero progresivo proceso de mestizaje en la mayoría de los países del continente.
Sistema de castas de la Nueva España
Las castas de la Nueva España no eran un sistema rígido, ya que si bien existía una jerarquía más o menos oficial integrada por casi 20 grupos, la realidad es que las mezclas entre ellos dieron origen a una diversidad de nuevas castas o cruces que resulta difícil de cuantificar.
Lo que sí ha quedado registrado es la existencia de tres castas principales (blancos europeos o blancos peninsulares, indígenas americanos y negros) africanos) y de las combinaciones más comunes que surgieron a partir de ellas, que son:
- Criollo: europeos asentados en América.
- Mestizo: hombre europeo y mujer indígena.
- Mulato: hombre blanco europeo y mujer negra.
- Castizo: hombre mestizo y mujer europea.
- Español: hombre castizo y mujer blanca europea.
- Zambo/ Jarocho: hombre negro y mujer indígena.
- Zambo prieto: hombre negro y mujer zamba.
- Morisco: hombre europeo con mulata.
- Chino: hombre mulato y mujer indígena.
- Saltapatrás: hombre albino con mujer europea.
- Lobo: hombre saltapatrás con mujer mulata.
- Gíbaro: hombre lobo con mujer china.
- Albarazado: hombre gíbaro con mujer mulata.
- Cambujo: hombre albarazado con mujer negra.
- Zambaigo: hombre cambujo con mujer indígena.
- Calpamulato: hombre zambaigo con mujer lobo.
- Tente en el aire: hombre calpamulato con mujer cambuja.
- No te entiendo: hombre tente en el aire con mujer mulata.
- Torna atrás: no te entiendo con mujer indígena.
Este sistema de estratificación interracial no era rígido, puesto que las clasificaciones incluían o excluían a ciertos grupos o los nombres de las castas cambiaban dependiendo del país, la región o la época. Por ejemplo, el sistema de castas en México respondía a la clasificación anterior, pero en Sudamérica se incluían los cholos, quienes provenían de la mezcla de mestizos e indígenas o a los harnizos, mezcla de cholos con españoles.
Aunque el sistema de castas de la Nueva España tenía un fin claramente racial, para algunos autores se trataba más bien de una clasificación socio económica, ya que argumentan que en ese tiempo no existía una concepción de la raza como la que tenemos actualmente. Siendo así, era posible que un mestizo tuviera tantos privilegios como un blanco peninsular si contaba con los recursos económicos.
Sin embargo, la discriminación sistemática hacia la población indígena y negra a lo largo de la historia del continente parece indicar que no se trataba solo de un tema económico sino que, de hecho, había una clara intención de división racial que, por múltiples razones, no cumplió su objetivo.
Ver también Diferencia entre indio e indígena.
Las castas novoespañolas y el mestizaje
En principio, el sistema de castas fue diseñado para organizar la estratificación social y racial en el entonces recién descubierto continente americano por parte de los colonizadores españoles, quienes ocupaban la posición de mayor jerarquía, seguido por los indígenas, que se consideraban mano de obra trabajadora y por último los negros provenientes de África, que vivían como esclavos.
Sin embargo, esta jerarquización basada en la raza no logró su cometido por mucho tiempo, ya que poco a poco comenzaron a generarse mezclas entre las tres castas principales bien fuera a través de uniones legítimas o ilegítimas, que dieron como resultado no solo una ampliación del sistema de castas, sino que además fueron borrando los límites entre cada una de de estas clasificaciones.
Estos cruces entre las tres castas principales dio lugar a un lento pero progresivo proceso de mestizaje que generó un complejo sistema de estratificación social pero, sobre todo, generó importantes cambios demográficos, sociales y culturales que fueron determinantes en lo que hoy son los países de América Latina.
Las guerras independentistas de la región y la abolición de la esclavitud fueron procesos que contribuyeron a catalizar el mestizaje y a hacer obsoleto el sistema de castas, que ha había perdido el sentido original con el que fue implantado por los españoles gracias al crisol de nuevos grupos sociales que se habían generado.
Por eso, hoy en día muchos de los países que conforman América Latina están caracterizados por una riqueza étnica única en la que están presentes, en mayor o menor grado, antecedentes genéticos europeos, indígenas y africanos.
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