La autoestima significa sentirse bien con uno mismo.
La gente con autoestima:
- Se siente querida y aceptada por los demás
- Está orgullosa de lo que hace
- Cree en sí misma
La gente con baja autoestima:
- Se siente mal consigo misma
- Es dura con ella misma
- Cree que no es lo bastante buena
¿De dónde procede la autoestima?
De nuestros padres, nuestros profesores y más gente. Las personas de nuestra vida pueden influir en cómo nos sentimos con nosotros mismos. Cuando ellas se centran en lo bueno que tenemos, nos sentimos bien con nosotros mismos. Si tienen paciencia cuando cometemos errores, aprendemos a aceptarnos a nosotros mismos. Cuando tenemos amigos y nos llevamos bien con ellos, nos sentimos aceptados.
Pero, si los adultos nos riñen en vez de elogiarnos, es difícil que nos sintamos bien con nosotros mismos. El acoso y que tus hermanos o tus compañeros se metan contigo también daña tu autoestima. Las palabras duras dejan huella, y se convierten en una parte de lo que piensas y de cómo te sientes sobre ti mismo. Por suerte, las cosas no tienen que seguir así.
Tu voz interior.
Las cosas que te dices a ti mismo desempeñan un rol importante en cómo te sientes sobre ti mismo. Pensar cosas como: "Soy un fracaso: siempre pierdo" o "Nunca haré amigos" daña tu autoestima.
Hay otras formas de pensar sobre las mismas cosas. "No he ganado esta vez, pero tal vez gane la próxima vez." "Quizás pueda hacer alguna amistad." Esta voz interior es mucho más esperanzadora. Te ayuda a sentirte bien. Y se podría convertir en real.
A veces, nuestra voz interior se basa en las palabras duras que nos han dicho otras personas. O en malas experiencias que hemos tenido. A veces, nuestra voz interior es muy dura con nosotros mismos. Pero podemos cambiar esa voz interior. Podemos aprender a pensar cosas mejores sobre nosotros mismos.
Aprender a hacer cosas.
Nos sentimos bien cuando aprendemos a leer, a sumar, a dibujar y a construir cosas. Practica un deporte, toca música, escribe un relato, monta en bicicleta. Pon la mesa, lava el coche. Ayuda a un amigo, saca de paseo a tu perro. Cada cosa que aprendes y que haces es una oportunidad para sentirte bien contigo mismo. Da un paso atrás y observa qué eres capaz de hacer. Deja sentirte feliz por ello.
Pero a veces somos demasiado duros y críticos con nosotros mismos. No aceptamos que lo que hacemos sea lo bastante bueno. Si pensamos: "No vale nada", "No es perfecto" o "No lo puedo hacer lo bastante bien", perdemos la oportunidad de construir nuestra propia autoestima.
¿Y si tengo baja la autoestima?
Puedes hacer cosas para sentirte mejor contigo mismo. Nunca es demasiado tarde. Aquí tienes algunos consejos para elevar tu autoestima:
Relaciónate con gente que te trate bien.
Algunas personas actúan de formas que te hacen sentir mal. Pero hay otras personas que te levantan el ánimo con lo que te dicen. Aprende a captar esa diferencia. Elige amigos que te ayuden a sentirte bien contigo mismo. Encuentra a personas con quienes puedas ser tú mismo. Sé ese tipo de amigo con los demás.
Di cosas que te ayuden.
Conecta con tu propia voz interior.
¿Es demasiado crítica?
¿Eres demasiado duro contigo mismo?
Durante unos pocos días, escribe algunas de las cosas que te dices a ti mismo.
Revisa la lista.
¿Son el tipo de cosas que le dirías a un buen amigo?
En caso negativo, reescríbelas de tal modo que sean verdaderas, justas y amables. Lee las frases nuevas a menudo. Hazlo hasta que la conducta de pensar de esta forma se convierta en un hábito.
Acepta lo que no sea perfecto.
Siempre está bien hacer las cosas lo mejor que puedas. Pero, cuando crees que necesitas ser perfecto, no te puedes sentir bien si no consigues esa perfección. Acepta lo mejor que puedes dar de ti mismo. Y déjate sentirte bien por ello. Pide ayuda si no logras superar esa necesidad de ser perfecto.
Fíjate metas y esfuérzate por alcanzarlas.
Si te quieres sentir bien contigo mismo, haz cosas que sean buenas para ti. Tal vez quieras llevar una dieta más saludable, ponerte más en forma o estudiar mejor. Fíjate una meta. Luego, traza un plan para alcanzarla. Sigue tu plan. Haz un registro de tus progresos. Siéntete orgulloso por haber llegado tan lejos. Dite a ti mismo: "He estado siguiendo mi plan de entrenar 45 minutos al día. Me siento bien por haberlo conseguido. Y sé que puedo continuar así".
Concéntrate en lo que te está yendo bien.
¿Estás tan acostumbrado a hablar de tus problemas que son lo único que ves?
Es fácil dejarte dominar por lo que te va mal. Pero, a menos de que lo equilibres con lo que te va bien, solo te hará sentirte mal. La próxima vez que te encuentres quejándote de ti mismo o por haber tenido un mal día, busca algo que te haya ido bien para contrarrestarlo.
Sé generoso y ayuda a los demás.
Ayudar es una de las mejores formas de hacer crecer tu autoestima. Ayuda a estudiar a un compañero de clase, ayuda a limpiar tu vecindario, participa en una recolección de fondos para una buena causa. Echa una mano en casa o en la escuela.
Convierte en un hábito el hecho de ser amable y justo con los demás. Haz cosas que te hagan sentir orgulloso del tipo de persona que eres. Cuando hagas cosas que sean positivas para otras personas, por pequeñas que sean, crecerá tu autoestima.
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