El excepcional escritor jalisciense Juan José Arreola, cuyo legado a la cultura mexicana y universal sigue vigente a cien años de su natalicio, mostró desde pequeño su pasión por la lectura y los libros.
De aquellos remotos tiempos infantiles, el célebre autor de La feria, se recordaba a sí mismo a los diez años de edad como un germen de poeta:
“Lo sé —afirmaba—, porque sentía ya la marea. Esa marea de la que habla Stephen Dedalus en el Retrato del artista adolescente de Joyce, y que no es otra cosa que la inspiración”.
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