Nuestro país se estrenó como una economía capitalista durante la dictadura de Porfirio Díaz.
Entre 1877 y 1910 nuestro país registró un notable crecimiento, una fuerte expansión de las vías de comunicación –en especial el sistema ferroviario–, un gran desarrollo urbano y una imagen de solidez nacional en el extranjero, nunca antes vista.
Con todo ello, también sobrevinieron la dependencia hacia el extranjero, los estragos de la deuda externa, la explotación de las clases indígenas y el avance industrial en manos de inversionistas extranjeros, sin el reconocimiento de los derechos laborales y sociales de la población.
El sistema de estadísticas históricas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), reveló que la economía mexicana estaba valuada en 47 mil 54 millones de pesos y la deuda externa alcanzó 439.7 millones de pesos.
En 1877 –al inicio del Porfiriato– se intercambiaba un peso por cada dólar.
De acuerdo al estudio Estadísticas Sociales del Porfiriato, la población nacional creció 60% durante los 33 años del régimen porfirista, período en que el número de habitantes pasó de 9.4 a 15.1 millones, quienes estaban integrados a dos mil 766 municipios.
Previo a la Revolución Mexicana, nuestro país reportó una tasa de nacimientos registrados de 484 mil niños por año, contra un promedio de 504 mil defunciones, provocadas por la fiebre tifoidea, paludismo, viruela, sarampión, escarlatina, tos ferina, diarrea, fiebre amarilla y tuberculosis, entre las enfermedades más importantes.
El documento elaborado por la Secretaría de Economía, el Colegio de México y la Fundación Rockfeller, señaló que el catolicismo ocupaba 99% de las creencias religiosas, cuyo credo se profesaba en 12 mil 413 templos, que estaban al servicio de cuatro mil 461 sacerdotes.
Asimismo, el ferrocarril recorría 19 mil 748 kilómetros, mientras que el telégrafo unía a diversos poblados a través de 78 mil 78 mil 391 kilómetros.
El medio rural estaba dividido en ocho mil 431 haciendas y 48 mil 633 ranchos.
¿QUÉ TENÍA EL PAÍS?
3.2 millones de edificios había en ese tiempo; así como 17 mil casas en construcción y 1.7 millones de viviendas y accesorias independientes.
38 museos, 56 bibliotecas y mil 571 periódicos, panfletos u hojas informativas.
Tres mil 315 abogados, dos mil 282 médicos, 12 mil 748 profesores y 34 mil 101 hombres armados del Ejército, Marina y Policía había entre la élite social.
12 mil 68 escuelas primarias, con 390 mil 218 alumnos; 60 secundarias y preparatorias; dos mil 62 colegios técnicos y 21 universidades, componían el sistema educativo. En materia de salud, 35.81% de la población estaba vacunada.
12 eran las profesiones de la época más comunes. Entre ellas Artes y Oficios, Agricultura, Veterinaria, Dibujo, Jurisprudencia, Medicina, Bellas Artes, Comercio, Administración, Música, Notariado y Preparación Militar.
PRINCIPALES ACTIVIDADES
1) La minería reportaba una exportación total de dos mil 305.7 t. de plata y 37.1 de oro, las cuales aportaron al país 80.9 millones y 49.5 mdp. anuales, respectivamente.
2) La agricultura fue el segundo polo de desarrollo, a través del cultivo de maíz, trigo, frijol, chile, arroz, cebada, bebidas alcohólicas, caña de azúcar, vid, algodón, textiles, tabaco, cacao, henequén, oleaginosas, cortezas, raíces y añil para teñir telas.
3) En materia de seguridad, se procesaban a un promedio de 27 mil 689 presuntos delincuentes, de los cuales 17 mil 552 recibían una sentencia. Ello significa un promedio de 63.8% de efectividad a delitos como robo de ganado, asaltos en caminos rurales y homicidios.
CURIOSIDADES
El saco de frijol costaba 12.8 pesos. De la misma forma se vendía el maíz en 5.04 y el trigo, 9.12 pesos. La pieza de manta, de 26 metros, se mercaba en 2.82 pesos y el kilo de hilaza, en 1.10 pesos.
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