¿Cómo saber si los límites que ha establecido son razonables?
Su pediatra puede ser una valiosa fuente de consejos sobre las normas generales de comportamiento apropiadas para la edad. También puede intentar crear redes informales entre otros padres.
Pregunte: "¿A qué hora Meredith se va a la cama en las noches de escuela?"
No se sorprenda si no es tan tarde como su hijo le hizo creer. Pero incluso si lo es, los límites establecidos para su hijo o hija en última instancia deben reflejar sus propios valores y prioridades, no los de nadie más.
Sin embargo, sí sugerimos consultar a otro experto sobre lo que abarcan las restricciones razonables, es decir, su hijo adolescente. Siempre que sea posible, los jóvenes deben tener voz y voto en la elaboración de las normas que se espera que ellos sigan. Usted se sorprenderá de lo razonable que su hijo o hija pueden ser.
Siempre escuche respetuosamente el punto de vista de su hijo, los niños tienen derecho a desahogar la frustración ("¡Siempre me tratas como a un bebé!"), incluso la ira ("¡Eres la mamá y el papá más malvada(o) del mundo!"). Pero al final, si usted considera que debe decir no, no se haga atrás.
Otras sugerencias para establecer los límites
Sea específico. Usando de nuevo la hora límite de llegada a casa como un ejemplo: "Debes estar en casa a más tardar a las ocho de la noche en días de escuela". No: “No quiero que estés fuera tarde durante la semana”.
Sea conciso. Establecer un límite no debe tomar más de un par de oraciones.
Ponga todas las reglas importantes por escrito, para contrarrestar la memoria selectiva. "¡Pero nunca dijiste que no se me permite llevar amigos en el auto cuando estoy conduciendo!"
“Claro que sí. ¿Lo recuerdas?”.
Los derechos y responsabilidades de un adolescente están sujetos a cambios.Las normas de disciplina deben acoplarse no solo a la edad de un joven, sino a su comportamiento, madurez emocional, capacidades y comprensión según su desarrollo.
A medida que demuestra una mayor responsabilidad, se le otorga más libertad. Sin embargo, si muestra un mal juicio o rompe las reglas existentes, imponemos más restricciones hasta que recupere nuestra confianza.
Las expectativas de un padre deben ser razonables y alcanzables. Siendo realistas, un joven crónicamente desorganizado que siempre ha mantenido la habitación en desorden no va a transformarse instantáneamente. Su mejora es probable que se dé en incrementos, lo que luego se convertirá en el criterio para el elogio. Quizá la pila de libros de historietas debajo de su cama siga acumulando polvo, pero acomodó las sábanas antes de irse a la escuela hoy, haciendo de esto un hito digno de elogio. ¿Y una instantánea?
¿Cuáles son las consecuencias justas y razonables?
El castigo efectivo no es ni demasiado duro ni demasiado indulgente, pero acorde con la gravedad de la “falta". Para simplemente reprender a un adolescente después de que regresó el auto con latas de cerveza vacías escondidas debajo del asiento envía el mensaje de que usted no toma la infracción realmente en serio, por lo que él tampoco tiene por qué hacerlo. Por el contrario, prohibirle a un joven que asista al gran baile de otoño porque no cumplió con la fecha de entrega de un importante informe de estudios sociales, sin duda, suscitará resentimiento hacia mamá y papá, y hacia la escuela, más de lo que le enseñará la importancia de entregar el trabajo a tiempo.
- Última actualización
- 11/21/2015
- Fuente
- Caring for Your Teenager (Copyright © 2003 American Academy of Pediatrics)
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