Un sistema que denota grandes cambios en el desarrollo del cuerpo humano es el sistemas endocrino, esto lo podemos ver cuando pasamos de la niñez a la pubertad y edad adulta, son cambios observables a simple vista, entre ellos el de los caracteres sexuales secundarios tanto en hombres como en mujeres, donde apreciamos desde diferencias en la voz masculina hasta el desarrollo de las glándulas mamarias, en la mujer, es un sistema encargado de llevar a cabo las señales para que trabaje de manera adecuada nuestro organismo y pueda desarrollar sus funciones en una completa homeostasis.
COMPETENCIA
Conocerás la estructura y el funcionamiento del sistema endócrino como parte importante en el mantenimiento de la homeostasis del organismo, que se logra a través de la producción de hormonas por el hipotálamo y la hipófisis, para que los procesos de crecimiento, desarrollo y reproducción del ser humano se ejecuten adecuadamente.
CONTENIDO
6. Sistema endocrino
Éste sistema, se encarga de la producción de hormonas en nuestro organismo, así como los órganos que las secretan, cuáles producen, cantidades y función de las mismas.
Hay una gran cantidad de hormonas que nos permiten estar vivos ya que regulan el sueño, el crecimiento, nuestra temperatura corporal.
El mal funcionamiento de algunas de ellas puede causar desequilibrios en el cuerpo, por eso es muy importante conocerlo.
6.1 Comparación del control ejercido por los sistemas nervioso y endocrino
El sistema nervioso y el sistema endocrino coordinan las funciones de todos los sistemas y aparatos del cuerpo. Existe un sistema “neuroendocrino”, el cual coordina a ambos.
El sistema nervioso no sólo participa en la regulación de la actividad de los músculos liso y cardiaco, así como de ciertas glándulas, sino que también tiene efectos en casi todos los tejidos corporales. Las hormonas modifican el metabolismo, regulan el crecimiento y desarrollo, e influyen en los procesos reproductivos.
Lo más frecuente es que los impulsos nerviosos produzcan efectos en cuestión de milisegundos, mientras que algunas hormonas actúan en segundos y otras causan una respuesta en varias horas o meses después.
Diagrama 1. El sistema endocrino se encarga de la producción de hormonas en nuestro organismo las cuales nos permiten estar vivos ya que regulan el sueño, el crecimiento, nuestra temperatura corporal.
6.2 Glándulas endocrinas
El cuerpo posee dos tipos principales de glándulas, endocrinas y exocrinas.
Las glándulas endocrinas secretan sus productos (hormonas) en el líquido intersticial que baña las células secretoras, no en conductos. Luego, la secreción se difunde hacia los capilares y se transporta por la sangre. Las glándulas endocrinas del cuerpo humano, que conforman el sistema endocrino, son hipófisis, tiroides, paratiroides, suprarrenales y pineal.
Las glándulas exocrinas secretan sus productos en conductos que llevan las secreciones a cavidades corporales, al interior de un órgano o la superficie externa del cuerpo. Este grupo abarca las glándulas sudoríparas, sebáceas, mucosas y digestivas.
Varios órganos y tejidos contienen células que secretan hormonas, sin ser glándulas exclusivamente endocrinas. Tal es el caso del hipotálamo, timo, páncreas, ovarios, testículos, riñones, estómago, hígado, intestino delgado, piel, corazón, tejido adiposo y placenta.
6.3 Actividad Hormonal
6.3.1 El rol de los receptores hormonales
Tenemos en las células receptores hormonales, que son específicos para una hormona determinada, esta célula se llama célula diana o célula blanca y sola recibe un determinado tipo de hormona. Un órgano como el ovario solo tiene receptores para las hormonas luteinizantes más no así para las hormonas pancreáticas.
Los receptores en las células son variables, se forma y destruyen constantemente, por lo que la cantidad de receptores en una célula no es constante, pudiendo ir desde 2 a 100 mil receptores.
Cuando una célula aumenta el número de receptores para captar una hormona que se encuentra en poca cantidad en el organismo, se realiza un efecto llamado, regulación por incremento o up regulation. Cuando la concentración de la hormona es excesiva, disminuye el número de receptores, el efecto se conoce como regulación por decremento o regulación descendente, también llamado downregulation.
6.3.2 Hormonas circulantes y locales
Las hormonas se clasifican en dos grupos, que son las hormonas locales y las hormonas circulantes, la mayor parte de las hormonas, circulan por la sangre en todo el organismo hasta que llegan a su célula diana. Las hormonas que pasan a la sangre y ejercen sus acciones en células blanco distante son hormonas circulantes o endocrinas, mientras que las que actúan localmente, sin pasar al torrente sanguíneo, son hormonas locales. Las hormonas locales a su vez se dividen en hormonas paracrinas (para, significa “al lado de”), que actúan en células adyacentes o células vecinas y las hormonas autocrinas (autos, “uno mismo”), con efecto en la misma célula que las secreta, es decir la célula la produce y ella misma la utiliza. Es común la inactivación rápida de las hormonas locales, al tiempo que las circulantes suelen persistir en la sangre y ejercer sus acciones durante unos cuantos minutos u, ocasionalmente, varias horas. Luego, el hígado inactiva las hormonas circulantes y son excretadas por los riñones, a través de la orina.
6.3.3 Clases químicas de hormonas
Químicamente las hormonas pueden dividirse en dos grandes clases: aquellas que son solubles en lípidos (liposolubles) y aquellas que son solubles en agua (hidrosolubles). Esta clasificación química es también útil desde el punto de vista funcional, ya que las maneras en las que las dos clases ejercen sus efectos son diferentes. Las hormonas liposolubles comprenden a las hormonas esteroideas, son de varios tipos y por lo tanto desarrollan diversas funciones; las tiroideas y el óxido nítrico, que funciona como hormona y también puede funcionar como neurotransmisor, son la mayoría de las hormonas en el cuerpo. Las hormonas hidrosolubles incluyen las aminoacídicas, las peptídicas y proteicas y los eicosanoides (sus dos tipos principales son las prostaglandinas y los leucotrienos).
Diagrama 2. Hormonas
6.3.4 Transporte de hormonas en la sangre
Las hormonas hidrosolubles viajan en la sangre de forma libre y las hormonas liposolubles lo hacen unidas a una proteína. Las hormonas hidrosolubles viajan más rápido por la sangre y puede salir más fácil de los vasos sanguíneos hacia el líquido intersticial, por este motivo las hormonas liposolubles para realizar su función más rápido se convierten temporalmente en hidrosolubles, así como para abandonar los vasos sanguíneos. Si permanece liposoluble es más difícil de ser filtradas y eliminadas por los riñones, por el tamaño de las proteínas y otra ventaja es que es más difícil que abandone el vaso sanguíneo. Hay una fracción libre de forma constante presente siempre en lo vasos sanguíneos, que es cerca del 10 %, si la hormona libre es utilizada, se vuelve a forma la misma cantidad de tal manera que la fracción libre permanece de forma constante.
6.4 Mecanismo de acción hormonal
La respuesta a una hormona depende tanto de la hormona como de la célula diana, por lo que la respuesta no siempre es la misma. Una célula diana responde de manera diferente a la misma hormona, dependiendo de la ubicación y tipo de célula diana por ejemplo, la insulina estimula la síntesis de glucógeno en las células hepáticas, en cambio en las células diana de los adipocitos para la insulina, su función es diferente, ya que aquí lo que provoca es la síntesis de triglicéridos.
La respuesta a una hormona no siempre es la síntesis de una nueva molécula, a veces se provocan otros efectos hormonales, como lo son el cambio de permeabilidad de la membrana plasmática, para estimular el transporte de una sustancia hacia adentro o hacia afuera de una célula diana; también ocasionan cambios en la velocidad de las reacciones metabólicas específicas, o en la contracción del músculo liso o cardiaco. En parte, esta velocidad de efectos es posible gracias a que una sola hormona puede poner en movimiento diversas respuestas celulares. Sin embargo, una hormona siempre debe primero “anunciar su llegada” a una célula diana, uniéndose a sus receptores.
Los receptores para las hormonas liposolubles están localizados dentro de las células diana, porque al ser una sustancia liposoluble pasa fácilmente por la membrana celular, que también tiene propiedades liposolubles. En cambio los receptores de las hormonas hidrosolubles se ubican en la membrana plasmática de las células diana, por lo que primero deben llegar a un receptor en la membrana plasmática, ya que estas sustancias son repelidas por la membrana plasmática por sus propiedades.
Diagrama 3. Localización de receptores hormonales en la célula Diana.
6.4.1 Acción de las hormonas liposolubles
Las hormonas liposolubles, incluidas las hormonas esteroideas y tiroideas, se unen a sus receptores en el interior de las células blanco, ya que atraviesan fácilmente la membrana plasmática por tener las mismas propiedades y se difunde a través de ellas para entrar a la célula, su mecanismo de acción se realiza de la siguiente manera:
- Primero la hormona liposoluble se difunde fuera de la sangre, llega al líquido intersticial y a la célula, si es una célula diana entonces la hormona se difunde al interior de la célula a través de su membrana plasmática y se une a los receptores que en este caso están presentes en el citosol o núcleo y los activa.
- Los receptores activados modifican la expresión de genes, activando o desactivando genes específicos del DNA nuclear y realizan las órdenes traídas por las hormonas, al transcribirse el DNA, se forma nuevo RNA mensajero (mRNA), que sale del núcleo y pasa al citosol, donde dirige la síntesis de nuevas proteínas, generalmente enzimas, en los ribosomas y las nuevas proteínas modifican las actividades celulares y causan las respuestas fisiológicas propias de la Este es básicamente la forma de actuar de las hormonas liposolubles.
6.4.3 Interacciones hormonales
La reactividad de las células blanco a una hormona depende de:
- la concentración de ésta,
- la abundancia de receptores de las hormonas, en las células blanco, y
- los efectos de otras hormonas
Una célula blanca responde más intensamente cuando aumentan los niveles de la hormona o tiene más receptores. Cuando una célula está realizando una función que ella puede trabajar por sí sola y se encuentra con una segunda hormona que realiza también la misma función, entonces entre la dos realizan la función más rápido, por la exposición simultánea o reciente a una segunda hormona, a esto se le llama efecto permisivo (permite la ayuda pero ella sola puede realizar la función). Ocurre un efecto sinérgico cuando una hormona no puede realizar ella sola la función, por lo que requiere la acción conjunta de las dos hormonas, que su trabajo es mayor que la suma de las acciones independientes de cada una y por consecuencia ya pueden realizar la función. A este fenómeno se le llama efecto sinérgico. Por el contrario si hay una hormona trabajando y llega una segunda hormona a impedir que la hormona realice su función, este es un efecto conocido como antagonista, se da cuando dos hormonas tienen acciones diferentes, una se opone a las acciones de la otra.
6.5 Control de la secreción hormonal
La regulación de la secreción de hormonas normalmente mantiene la homeostasis y previene la sobreproducción o producción insuficiente de una hormona dada.
Regulan la secreción de hormonas: señales provenientes del sistema nervioso, cambios químicos de la sangre y la presencia de otras hormonas.
La mayoría de los sistemas de regulación hormonal funcionan por mecanismos de retroalimentación negativa, esto se da por la monitorización de los receptores, que detectan cambios en la sangre como cuando disminuye la glucosa, se realizan acciones para regresar a la glucosa a sus valores normales a través de la degradación de glucógeno. Algunas acciones en el organismo ocurren por sistemas de retroalimentación positiva que incrementa el efecto inicial de una función.
Las enfermedades del sistema endocrino frecuentemente implican la hiposecreción o liberación insuficiente de una hormona, o su hipersecreción, es decir, su liberación excesiva.
6.6 El hipotálamo y la glándula hipófisis
Se encuentra en la región cefálica, a nivel del tercer ventrículo, situada bajo el tálamo; es el centro de integración del sistema endocrino y el sistema nervioso. Recibe impulsos de otras regiones encefálicas, entre ellas el sistema límbico, corteza cerebral, tálamo y sistema de activación reticular, así como señales sensoriales de órganos internos y de la retina. A través de estas señales regula el sistema nervioso autónomo, temperatura corporal, sed, hambre, comportamiento sexual, reacción defensiva (miedo o ira). Es una glándula crucial que sintetiza por lo menos nueve hormonas diferentes. Cerca de la eminencia media y sobre el quiasma óptico hay cúmulos de neuronas especializadas, llamadas células neurosecretoras. Ella sintetizan las hormonas liberadoras e inhibidoras hipotalámicas en sus cuerpos celulares y almacenan las hormonas dentro de vesículas, que llegan a los terminales axónicos por transporte axónico. Los impulsos nerviosos estimulan la exocitosis de las vesículas. Las hormonas luego difunden al plexo primario del sistema porta hipofisario. Estas hormonas desempeñan funciones decisivas en la regulación de casi todos los aspectos del crecimiento, desarrollo, metabolismo y la homeostasis.
Rápidamente, las hormonas hipotalámicas fluyen con la sangre a través de las venas portales hacia el plexo secundario, que comunica directamente el hipotálamo y la glándula hipófisis. Esta ruta directa les permite a las hormonas hipotalámicas actuar en forma inmediata sobre las células de la adenohipófisis, antes que se diluyan o destruyan en la circulación general. Las hormonas hipotalámicas llegan a la adenohipófisis a través de un sistema porta. Por lo general la sangre circula desde el corazón a una arteria, a un capilar, a una vena y vuelve al corazón. En un sistema porta la sangre fluye desde una red capilar a una vena porta y luego a una segunda red capilar venosa, sin pasar por el corazón. El nombre del sistema porta indica la localización de la segunda red capilar. En el sistema porta hipofisario, la sangre fluye desde los capilares del hipotálamo a las venas portales que llevan la sangre a los capilares del lóbulo anterior de la hipófisis.
La hipófisis es una estructura en forma de chícharo de 1 a 1.5 cm de diámetro, montada sobre la silla turca del huesos esfenoides del piso medio del cráneo; está unida con el hipotálamo por un tallo, el infundíbulo. Posee dos porciones separadas anatómica y funcionalmente. El lóbulo anterior de la hipófisis comprende casi 75% del peso total de la glándula. El lóbulo posterior de la hipófisis también es una protuberancia ectodérmica, el primordioneurohipofisiario. Una tercera región, es el lóbulo mediano, se atrofia durante el desarrollo fetal y deja de existir como lóbulo separado en adultos.
6.6.1 Lóbulo anterior de la hipófisis
El lóbulo anterior de la hipófisis o adenohipófisis secreta hormonas que regulan un amplio rango de actividades corporales desde el crecimiento hasta la reproducción. La liberación de las hormonas de la adenohipófisis se estimula mediante hormonas liberadoras y se inhibe mediante hormonas inhibidoras desde el hipotálamo. Así las hormonas hipotalámicas son un nexo importante entre los sistemas nervioso y endocrino.
La secreción de las hormonas de la adenohipófisis está regulada por dos vías: primero, las neuronas neurosecretoras en el hipotálamo secretan cinco hormonas liberadoras, que estimulan la secreción de hormonas de la neurohipófisis, y dos hormonas inhibidoras, que suprimen la secreción de las hormonas hipofisarias del lóbulo anterior.
Diagrama 4. Hormonas hipofisarias.
Las siete hormonas principales que secretan los cinco tipos de células del lóbulo anterior de la hipófisis son las siguientes:
- La hormona del crecimiento humana o somatotropina, que secretan las células somatotropas( de somatos “cuerpo y trópos “giro o cambio”) del lóbulo anterior de la hipófisis. Esta hormona estimula diversos tejidos para la secreción de factores de crecimiento insulinoides.
- La hormona estimulante de la tiroides (TSH) o tirotropina, que regula las secreciones y otras actividades de la Etimológicamente viene de tiro “relativo a la glándula tiroides”
- Las hormonas foliculoestimulante (FSH) y luteinizante (LH), que secretan las células gonadotropas (de gonee, “siguiente, generación”) . Estimulan la secreción de estrógenos y progesterona, la maduración de los oocitos en los ovarios y la secreción de testosterona y producción de espermatozoides en los testículos.
- La prolactina (PRL), que inicia la producción de leche en las glándulas Secretada por las lactotropas (de lactis “leche”)
- La hormona adrenocorticotrópica (ACTH), adrenocorticotropina o corticotropina que sintetizan las células corticotropas ( de cortico “corteza”) y estimula la secreción de glucocorticoides por la corteza Algunas corticotropas remanentes (de la pars intermedia) también secretan hormona melanocitoestimulante (MSH).
Las hormonas que influyen en otras glándulas endocrinas se denominan hormonas trópicas o tropinas. Las dos gonadotropinas, la FSH y LH, regulan la función de las gónadas.
La secreción de las hormonas adenohipofisarias se regula de dos maneras. La primera consiste en que las células neurosecretoras del hipotálamo secreten cinco hormonas liberadoras, que estimulan la secreción de las adenohipofisarias, y dos hormonas inhibidoras, que suprimen las secreciones del lóbulo anterior de la hipófisis. En la segunda, señales de retroalimentación negativa, en la forma de hormonas que liberan las glándulas blancas, ajustan las secreciones de las células adenohipofisarias.
Hormonas del crecimiento humano y factores de crecimiento. Las células somatotropas son las más numerosas en el lóbulo anterior de la hipófisis, y la hormona del crecimiento humana (hGH), la hormona adenohipofisaria que es la más abundante. La hGH actúa indirectamente en los tejidos al fomentar la síntesis y secreción de hormonas proteínicas pequeñas, los factores de crecimiento insulinoides (FCI). Los FCI hacen que las células crezcan y se repliquen por aumento del ritmo de crecimiento, con que los aminoácidos entran en ellas y se usan en la síntesis de proteínas. Los FCI inhiben la degradación de proteínas y el uso de aminoácidos en la síntesis de ATP. La hGH incrementa el ritmo de crecimiento de los huesos y músculos durante la niñez y adolescencia. En adultos, la hGH y FCI ayudan a mantener la masa ósea y muscular, además de fomentar la cicatrización de heridas y la reparación de tejidos.
La adenohipófisis libera la hGH en forma de ráfagas a intervalos de varias horas, especialmente durante el sueño. Los niveles de glucosa en sangre son un factor regulador importante de la secreción de GHRH y GHIH y, por ende, de los efectos de la hGH. Otros estímulos que fomentan la secreción de hGH son el descenso de las concentraciones de ácidos grasos y ascenso de las correspondientes a aminoácidos, en la sangre; el sueño profundo; aumento de la actividad de la parte simpática del sistema nervioso autónomo, y la acción de otras hormonas, entre ellas el glucagón, estrógenos, cortisol e insulina. Entre los factores que inhiben la secreción de hGH, están los valores en sangre incrementados los ácidos grasos y disminuidos de aminoácidos, el sueño de movimientos oculares rápidos, la privación emocional y valores de la hormona del crecimiento humana misma, estos últimos por retroalimentación negativa.
- Hormona estimulante de la tiroides (TSH).
La TSH o tirotropina estimula la síntesis y secreción de las dos hormonas tiroideas, la triyodotironina (T3) y tiroxina (T4), que produce la tiroides. La hormona liberadora de tirotropina (TRH) hipotalámica regula la secreción de TSH.
- Hormona foliculoestimulante (FSH).
La FSH llega por la sangre desde la adenohipófisis hasta los ovarios, donde inicia poco más o menos cada mes el desarrollo de los folículos. Estimula la secreción de estrógenos por las células foliculares en mujeres, y la producción de espermatozoides en los testículos.
- Hormona luteinizante (LH).
En mujeres, estimula junto con la FSH, la secreción de estrógenos por las células ováricas y la consecuente liberación ovárica de un oocito secundario; además estimula la formación del cuerpo lúteo en el ovario y la secreción de la progesterona, otra hormona sexual femenina, por el propio cuerpo lúteo. En varones, estimula en las células intersticiales de Leydig la secreción de testosterona.
- Prolactina (PRL).
Inicia y mantiene la secreción de leche en las glándulas mamarias. En forma aislada, la PRL tiene efecto débil. La salida de la leche de las glándulas mamarias depende de la oxitocina, que libera el lóbulo posterior de la hipófisis, para que la leche pueda ser expulsada de la glándula mamaria.
- Hormona adrenocorticotrópica (ACTH).
Las células corticotrópicas secretan principalmente ACTH o corticotropina, la cual regula la producción y secreción de los glucocorticoides, que son hormonas de la corteza suprarrenal, que tiene efectos antiinflamatorios.
- Hormona estimulante de los melanocitos (MSH)
Aumenta la pigmentación de la piel en anfibios al estimular la dispersión de gránulos de melanina en los melanocitos. La CRH estimula la liberación de la MSH, mientras que la dopamina la inhibe.
- Prolactina (PRL).
Inicia y mantiene la secreción de leche en las glándulas mamarias. En forma aislada, la PRL tiene efecto débil. La salida de la leche de las glándulas mamarias depende de la oxitocina, que libera el lóbulo posterior de la hipófisis, para que la leche pueda ser expulsada de la glándula mamaria.
- Hormona adrenocorticotrópica (ACTH).
Las células corticotrópicas secretan principalmente ACTH o corticotropina, la cual regula la producción y secreción de los glucocorticoides, que son hormonas de la corteza suprarrenal, que tiene efectos antiinflamatorios.
- Hormona estimulante de los melanocitos (MSH)
Aumenta la pigmentación de la piel en anfibios al estimular la dispersión de gránulos de melanina en los melanocitos. La CRH estimula la liberación de la MSH, mientras que la dopamina la inhibe.
6.6.2 Lóbulo posterior de la hipófisis
No sintetiza hormonas, pero almacena y libera dos hormonas; consta de pituicitos y terminales axónicas de células neurosecretoras hipotalámicas. Las células neurosecretoras producen oxitocina (OT) y hormona antidiurética (ADH) o vasopresina, después se empaca en vesículas que se transportan por axones, los impulsos nerviosos generan una exocitosis de estas vesículas.
La arteria Hipofisaria inferior (Rama de la carótida interna) distribuye sangre en la neurohipófisis; la arteria se vacía en el plexo del tallo del infundíbulo donde recibe OT y ADH. Las hormonas pasan a las venas hipofisarias posteriores, de ahí se distribuyen a las células blanco de los tejidos.
Imagen 1. Hipófisis.
6.7 Homeostasis
En los seres vivos, los procesos fisiológicos varían, pero se debe mantener en equilibrio para la vida, los mecanismos de control son: la temperatura, la energía, la excreción y pH. Para que un organismo pueda sobrevivir debe ser, en parte, independiente de su medio; esta independencia está proporcionada por la homeostasis. Considerando esto la conceptuamos como: el proceso por el cual un organismo mantiene las condiciones internas constantes necesarias para el buen funcionamiento del organismo, a través de su equilibrio interno.
Es necesaria porque los organismos metabolizan moléculas de forma continua y originan productos de desecho potencialmente tóxico empleando sustancias importantes que es necesario reponer. Además de esto, los organismos también precisan mantener un medio intracelular constante indiferente a los efectos que las variaciones originan en su medio externo.
- Oxitocina (OT).
Tiene dos tejidos blancos durante el parto y después de este: el útero y las glándulas mamarias. En el parto estimula la contracción del músculo liso de la pared uterina y en la lactación ayuda a la expulsión de leche de las glándulas mamarias en respuesta a la succión del neonato. Se piensa que fomenta la sensación de placer sexual en el coito y después de este.
- Hormona Antidiurética o Vasopresina (ADH).
Un antidiurético es toda sustancia que disminuye la producción de orina normal. Hace que los riñones regresen más agua a la sangre y entonces disminuya el volumen de orina. La ausencia de esta hormona aumenta el gasto urinario hasta 20 veces.
Su hiposecreción o difusión de sus receptores causa diabetes insípida. La cantidad de ADH secretada, varía con la presión osmótica y el volumen sanguíneo.
Otros factores que estimulan la secesión de ADH son el dolor, el estrés, el traumatismo físico, la ansiedad, acetilcolina, nicotina, morfina, tranquilizantes y algunos anestésicos.
El etanol inhibe la secreción de esta hormona (motivo por el cual se aumenta el gasto urinario que genera una deshidratación y sus consecuencias como dolor de cabeza).
CONCLUSIÓN
El sistema endocrino es un sistema complejo que trabaja junto con el sistema nervioso, ambos regulan la secreción de hormonas. Todas las hormonas secretadas en nuestro organismo son de suma importancia para poder mantener la homeostasis en el organismo.
El hipotálamo es el principal regulador de las actividades automáticas, como las del control de temperatura y de las tendencias básicas (hambre, sed, sexo,…). EL hipotálamo recibe e integra los estímulos nerviosos y hormonales, y mediante la secreción neurohumores apropiados en la hipófisis, puede regular la actividad de esta glándula.
Las hormonas afectan la actividad celular por alteración de la actividad enzimática, afectando el transporte de la membrana y activando selectivamente los genes. La respuesta específica de las células blancas a diferentes hormonas depende de la especialidad de los receptores de hormonas, o del nivel de la membrana o en el citoplasma.
Todos los órganos endocrinos deben de estar sanos para que puedan secretar las diversas hormonas necesarias.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
- Thibodeau GA, Patton Anatomía y Fisiología. 6ª ed. Madrid: Elsevier Mosby; 2007
- Tortora Gerard , Bryan Derrickson: Principios de Anatomía y Fisiología; 13 Edición., Editorial Médica Panamericana; 2013
- McConnell Thomas, Kerry Hull. El Cuerpo Humano, Forma y Función. Fundamentos de anatomía y fisiología. 1ra ed. Editorial Lippincott. 2012
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