Es el desgaste o pérdida del tejido muscular.
Existen tres tipos de atrofia muscular: psiocológica, patológica y neurogénica.
La atrofia psicológica es causada por no usar los músculos lo suficiente. Este tipo de atrofia a menudo se puede revertir con ejercicio y una mejor nutrición.
Las personas más afectadas son aquellas que:
- Tienen trabajos que requieren que estén sentados, problemas de salud que limitan el movimiento, o disminución en los niveles de actividad
- Están postradas en cama
- No pueden mover las extremidades debido a un ataque cerebrovascular u otra enfermedad cerebral
- Se encuentran en lugares donde no hay gravedad, como por ejemplo durante los viajes al espacio
La atrofia patológica puede ser causada por envejecimiento, inanición y enfermedades, tales como el síndrome de Cushing (debido al uso elevado de medicamentos llamados corticosteroides).
La atrofia neurogénica es el tipo más grave de atrofia muscular. Puede deberse a una lesión, o una enfermedad, en los nervios que se conectan a los músculos. Este tipo de atrofia muscular tiende a suceder más repentinamente que la atrofia por desuso.
Algunos ejemplos de enfermedades que afectan los nervios que controlan los músculos:
- Esclerosis lateral amiotrófica (ELA o enfermedad de Lou Gehrig)
- Daño a un solo nervio, como el síndrome del túnel carpiano
- Síndrome de Guillian-Barre
- Daño a los nervios causado por una lesión, diabetes, toxinas o alcohol
- Polio (poliomielitis)
- Lesión de médula espinal
Aunque algunas personas se pueden adaptar a la atrofia muscular, incluso una atrofia muscular menor causa algo de pérdida de movimiento o fuerza.
Otras causas de atrofia muscular pueden incluir:
- Quemaduras
- Terapia prolongada con corticosteroides
- Desnutrición
- Distrofia muscular y otras enfermedades de los músculos
- Osteoartritis
- Artritis reumatoidea
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