El debate es una forma de discusión formal y organizada que se caracteriza por enfrentar dos posiciones opuestas sobre un tema determinado.
En otras palabras, el debate es el intercambio de opiniones críticas, que se lleva acabo frente a un público y con la dirección de un moderador para mantener el respeto y la objetividad entre ambas posturas. Por otro lado, cada postura debe exponer su tesis y sustentarla por medio de argumentos y contraargumentos sólidos y claros. Además, cada posición debe buscar el interés del público, buscando que éste forme su opinión y, finalmente, contribuya de forma indirecta o no, en las conclusiones del debate. De esta manera, el debate está formado por tres entidades: los participantes (un proponente y un oponente), el moderador y el público.
El debate puede estar formado por individuos o grupos; es decir, las posturas pueden estar sustentadas por más de dos personas, como en el caso de los debates políticos, o por varias personas como sucede comúnmente en los debates escolares o los televisivos. Los participantes, sean uno o varios, deberían limitarse al tema establecido, el cual esta preparado para respaldar la postura que defienda o para refutar los argumentos del individuo o grupo contrario. La calidad y fluidez del debate dependen de la capacidad de escuchar y contraargumentar, así como del conocimiento de los participantes. Por otro lado, el moderador es indispensable para llevar acabo un buen debate, ya que en él recae la responsabilidad de dirigir la discusión y que ésta se desarrolle de acuerdo con las reglas previamente establecidas y aceptadas por los oponentes. También es responsable de dar inicio y concluir el debate. Por ello, es importante que el moderador también conozca sobre el tema, tenga capacidad de análisis y mantenga imparcialidad y tolerancia. Finalmente, el público es importante porque sus reacciones orientan a los participantes en sus argumentos; es decir, si el público reacciona de forma favorable, éstos saben que sus argumentos van en la dirección correcta o viceversa. También depende del público, tanto la orientación y enfoque del debate como el tipo de argumentos y lenguaje que se utilizará.
Función en el medio académico
En el medio académico, el debate es una herramienta pedagógica de utilidad cuando se busca desarrollar habilidades críticas, así como ampliar y facilitar la comprensión de un tema determinado. En el salón de clases, los debates suelen realizarse con frecuencia, aunque con características menos formales. Por ejemplo, el público, los participantes y el moderador no están siempre definidos; sin embargo, este género oral es una forma de alcanzar la participación activa de todos los integrantes del grupo, la cual no se obtiene con la exposición oral, por ejemplo. Además, el debate permite ver y contrastar posturas opuestas, ampliando así la perspectiva de los estudiantes.
Como ya mencionamos, el debate es una técnica usual en el salón de clases que se desarrolla de manera informal y que, muchas veces, no se identifica ni se nombra así. Sin embargo, este recurso podría explotarse más ampliamente porque fomenta el pensamiento crítico, así como el respeto y la tolerancia ante opiniones diferentes. Además, es una herramienta muy útil para transmitir conocimiento, de manera rápida y activa.
Estructura
La estructura del debate está sujeta a las reglas previamente determinadas por los participantes y el moderador; sin embargo, de manera general, los debates constan de cuatro fases: la apertura, el cuerpo del debate, sesión de preguntas y respuestas, y la conclusión. La apertura del debate está a cargo del moderador, quien introduce el tema haciendo especial énfasis en su interés y actualidad. Además, presenta tanto cada una de los participantes como las posturas. También explica la dinámica a seguir y recuerda a los participantes las reglas, previamente establecidas.
El cuerpo del debate está a cargo de los participantes y es la fase que se asigna a la discusión del tema. Es en esta etapa donde se exponen los argumentos y contraargumentos, así como toda la información adicional que ayude a la discusión del tema. Por lo general, el cuerpo del debate se divide en dos bloques: el primero, se defiende una de las posiciones y en el segundo, la otra. La interacción entre los antagonistas se da en la sesión de preguntas y respuestas. Esto ayuda a mantener el orden y fomenta la capacidad de escuchar, tanto del público como de los participantes.
La sesión de preguntas y respuestas es una parte fundamental dentro del debate porque es en ella donde el público termina por inclinarse a favor o en contra de una postura. Además, es la oportunidad de los participantes para clarificar los puntos principales de sus argumentos, así como reforzar los puntos débiles. Las preguntas pueden estar a cargo del moderador, del público o de los mismos participantes, pero siempre se realizan de forma ordenada. Finalmente, en la conclusión del debate se hace un breve resumen de las posturas así como se anuncia la postura que prevaleció o el grupo ganador del debate, si fuera necesario decirlo. Esta parte está a cargo del moderador.
Pasos para la elaboración del debate
I. Antes del debate:
1. Elegir un tema de interés que genere controversia.
2. Preparar los contenidos teóricos.
3. Nombrar un coordinador o moderador encargado de determinar el esquema de trabajo, y a un secretario, si fuera necesario.
4. Formar grupos a favor y en contra de los planteamientos.
5. Preparar el material de apoyo (imágenes, textos impresos o en Power Point, acetatos, etc.).
II. Durante el debate:
1. Iniciar presentando las posturas y los participantes. Dar una pequeña introducción al tema. Mencionar tanto las instrucciones como las reglas del debate. Estos puntos están a cargo del moderador.
2. Conceder la palabra a cada uno de los participantes o, en todo caso, a un representante de cada posición, de forma ordenada y respetuosa.
3. Abrir la sesión de preguntas y respuestas. Hacer la pregunta y conceder la palabra a cada participante que así lo desee.
4. Llegar a un consenso sobre las conclusiones.
5. Anunciar un ganador o la posición dominante, aunque esto no es obligatorio.
Reglas y recomendaciones generales
·Respetar el tiempo de cada uno de los participantes.
·Dos o más personas no pueden hablar al mismo tiempo.
No imponer ningún punto de vista personal.
·No burlarse de intervención de nadie.
·Hablar con seguridad y libertad.
·Escuchar con atención
·Utilizar un vocabulario adecuado, evitando palabras de registro informal o altisonantes.
Bibliografía
Álvarez, Alfredo. Hablar en español. México: Editorial Porrúa/ Ediciones Nobel, 2005. pp. 177-82.
Carbonell, Lidia Cira y Juan Alberto Blanco. «¿Cómo desarrollar habilidades para el debate desde la clase de Filosofía?.» Revista Mendive. Universidad de Ciencias
Pedagógicas Rafael María de Mendive. Web. 10 Nov 2010. Consultado el 2 de junio de 2011. Disponible en: http://www.ucp.pr.rimed.cu/sitios/revistamendive/Num4/PDF/6.pdf
Rescatado de la URL: http://blog.udlap.mx/wp-content/uploads/2016/02/Caracteristicas-del-debate.pdf
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