lunes, 7 de junio de 2021

Cómo aplicar la asertividad en mi día a día

 


Como siempre la teoría o los conceptos son muy fáciles, pero la práctica a veces suele ser más complicada… De ahí que el proceso que yo aconsejo para hacer de la asertividad, más que una práctica o técnica, un modo de vida, es pasito a pasito: seguro que leyendo los ejemplos te han aparecido situaciones diarias con gente de tu familia, trabajo o amigos en las que has dicho “joe, es que esto podría usarlo con fulanito”. Pues eso es precisamente lo que quiero que hagas, que cojas solo una única técnica (disco rayado por ejemplo) y la pruebes una sola vez con esa persona y en esa situación que sabes que casi seguro vas a poder aplicarla. Cuando la apliques quiero que apuntes en tu diario emocional, cómo ha sido esa situación. Quizás fue igual y no te atreviste a usar la técnica, quizás la usaste pero no pudiste contestar a la respuesta que te dio la persona, quizás usaste la técnica y obtuviste unos resultados espectaculares que te hicieron sentir confianza en ti, sentiste que te respetabas y que ponías límites hacia la otra persona. Es importante que dejes escrito el resultado que obtuviste y qué sentiste, tanto físicamente (en tu cuerpo) como emocionalmente.

Si no obtuviste lo que querías analiza qué ocurrió y piensa qué necesitas para poder realizarlo como querías. Si en cambio, salió como esperabas intenta aplicarlo en otra situación o coge otra técnica y aplícala con otras personas. De este modo adquiriendo estas técnicas a tu forma de expresarte y probándolas pasito a pasito, irás de forma gradual adaptándolas a tu forma de ser y viviendo la vida que quieres.

Resultados de aplicar la asertividad en tu vida diaria



Lo primero de todo sentirás que te estás cuidando y respetando, y eso se traducirá en un aumento de tu autoestima y de tu autoaceptación.

Consecuentemente empezarás a sentir que empiezas a tener el control de tu vida y de las cosas que te rodean, que tienes la fuerza y el poder de elegir y de hacer lo que quieras, sin importar lo que piense la gente. Porque además, con las herramientas que has aprendido e interiorizado, te sentirás con la seguridad de poder expresar cualquier cosa sin herir al otro.

El día en que empiezas a usar la asertividad con tu familia, haces que los miembros de la misma sepan cómo te sientes tú ante ciertas situaciones que te gustan y otras que no te gustan tanto, y ofreces alternativas para que las cosas vayan mejor. Este punto es ciertamente importante en las parejas y especialmente las parejas que están empezando a conocerse o a convivir, el generar entornos o métodos que faciliten la expresión de lo que nos molesta desde lo que yo siento, ofreciendo alternativas, va construyendo unos buenos cimientos para una sana relación. Cuando empiezas a integrar la asertividad en el trabajo eres capaz de marcar límites cuando compañeros tuyos intentan aprovecharse de ti. Cuando usas la asertividad al comprar o devolver algo, consigues hacer la compra o la devolución que querías sin sentir que se están aprovechando de ti. Cuando empiezas a ser asertivo con tus amigos puedes elegir los planos que te apetecen y decir NO a los que, por la razón que sea, no quieres ir.

Desde aquí, yo te invito a a que desde mañana empieces a usar la asertividad en pequeños momentos en los que te sientes cómodo para hacerlo, Y así, poco a poco, usándola en otras ocasiones y viendo sus resultados, verás que en muchas de ellas esto te abrirá las puertas hacia unas experiencias y emociones desconocidas hasta ese momento.

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