El ensayo académico-argumentativo es aquél en el
que se propone y defiende una postura personal
sobre un tema o problemática determinada. Ya
que se trata de un texto persuasivo, tiene como
objetivo convencer a los lectores mediante el uso de argumentos, sin embargo, tampoco se trata de probar
una verdad absoluta, sino más bien reflexionar en
torno a un tema, por lo que también puedes presentar
información relevante que contradiga tu punto de
vista, de este modo evitas ser tendencioso, es decir,
sólo presentar aquello que favorezca tu postura.
¿Cuál es su estructura?
Por lo general, se dice que la estructura básica del
ensayo es la introducción, cuerpo o desarrollo y
conclusión.
No obstante hay otros elementos que son
importantes.
En conjunto, un ensayo se compone por:
■ El título. Debe reflejar tu postura sobre el
tema que abordarás, por lo que debe ser muy
específico y claro.
■ La introducción. Es la parte inicial del ensayo
en la que se explica brevemente al lector el
tema a abordar o problemática, algunos
antecedentes, tu postura al respecto (tesis) y
las partes en que se organiza tu texto. Estos
párrafos son muy importantes porque
deben captar el interés del lector, ya que es
su primera aproximación a tu ensayo.
■ En el cuerpo o desarrollo se plantean aquellas
ideas personales que reflejen tu postura
sobre el tema o problemática tratar, las que
puedes apoyar con lo que otros autores han dicho
al respecto, así como con ejemplos o datos
estadísticos, por ejemplo.
Recuerda que
también puedes incluir información relevante que
no favorezca tu punto de vista y después
confrontarla con aquellas evidencias que sí lo
hacen.
■ En la conclusión o comentarios finales se trata
de escribir una reflexión final sobre la
información expuesta en tu texto, puedes
recuperar los puntos más importantes de tu
ensayo o bien hacer alguna propuesta al
respecto.
■ Referencias bibliográficas. En este apartado
se escriben los datos completos de las fuentes
consultadas.
¿Cómo se hace?
Preescritura
■ Primero deberás elegir un tema considerando
los siguientes aspectos:
- ¿Existen suficientes fuentes al respecto?
- ¿Tienes acceso a esas fuentes (bibliotecas, recursos en internet, etc.)? y tal vez el más importante:
- ¿El tema verdaderamente te interesa?
■ Establece tu postura ante el tema a desarrollar
(tesis), pues esta será el eje de tu ensayo.
■ Recopila, compara y analiza la información que
encuentres sobre el tema. Es muy importante
que tus fuentes de información sean confiables;
puedes consultar: libros, revistas especializadas,
páginas de internet, tesis, periódicos, videos,
etc. De igual forma, es fundamental que escribas
todos los datos de la bibliografía que consultes:
autor, año, nombre de la revista o libro, editorial,
país, volumen, número y páginas; pues muchas
veces no se recopila completa y eso te puede
representar problemas cuando quieras volver a
revisar alguna fuente.
■ Es recomendable que vayas haciendo notas que
te ayuden a registrar las ideas o partes de los
textos que recuperarás para tu ensayo, esto te
permitirá tener mejor organizada la información
al momento de comenzar a escribir.
■ Organiza tus ideas en un esquema de redacción
que te guíe durante la escritura de tu ensayo.
En éste debes especificar la organización de
las ideas que escribirás en la introducción,
desarrollo y conclusión; así como las fuentes o
autores a los que mencionarás en cada una de
las partes de tu texto. Aunque el esquema puede
modificarse durante el proceso de escritura,
intenta respetarlo lo más posible.
Durante la escritura
- Con base en el esquema de redacción que elaboraste comienza a escribir tu ensayo.
- Recuerda que es muy importante que desde la introducción enuncies tu postura sobre el tema a desarrollar, la cual apoyarás con argumentos, ejemplos, estadísticas, etc. Asimismo, ya que se trata de un texto más o menos breve, al escribir tus ideas es indispensable que seas concreto, como se dice coloquialmente “no le des muchas vueltas al asunto y ve al grano”.
- El objetivo no es decir todo sobre un tema, sino exponer tu punto de vista, aquí tendrás que hacer un fuerte trabajo de síntesis para decir mucho con pocas palabras, por lo que es necesario que tengas claro qué quieres decir y cómo lo vas decir, por esta razón el lenguaje que utilices debe ser claro, directo y sencillo.
- Pensar a quién o quiénes va dirigido tu texto puede ayudarte en esto. Además, debe existir coherencia en tu texto, o sea, las ideas que plantees deben estar organizadas y jerarquizadas, esto se logra cuando los párrafos de tu escrito son comprensibles en sí mismos, pero también se relacionan adecuadamente entre sí y no “brincan” de una idea a otra sin conexión, de este modo el cuerpo total de tu ensayo será entendible. Para esto, ten siempre en mente tu esquema de redacción, el orden en que planeaste presentar tus ideas.
- Como señala Goyes (2009: 154) “Construir párrafos adecuados al desarrollo de cada argumento es importante. Los párrafos se construyen a partir de una idea central alrededor de la cual giran otras ideas relacionadas que la explican o la especifican. Lo ideal es presentar cada argumento en uno o dos párrafos, evitando construcciones extensas o escuetas”.
Postescritura
Una vez que hayas “finalizado” tu ensayo es necesario
que lo releas completo, el objetivo es que analices
si éste es comprensible, no sólo para ti, sino
también para un posible lector@.
A continuación te
presentamos una lista sobre puntos a considerar
para realizar esta revisión:
■ Ten siempre presente que el eje conductor de
tu texto es una determinada postura sobre un
tema (tesis).
■ Pon atención en que el orden de los párrafos
sea el adecuado, así como en que la
información que plasmaste en los mismos sea
relevante para sustentar tu postura.
■ Observa que el uso de signos de puntuación
sea el adecuado, pues esto facilita o dificulta
la lectura. Un buen ejercicio para esto es leer
tu texto en voz alta y anotar aquellas partes en
las que te “trabes”, consideres que falta una
pausa o separar ideas.
■ El vocabulario que utilices debe ser variado y
apropiado, por ello siempre debes trabajar
con diccionarios de la lengua española y
diccionarios de sinónimos. Algunas de las
expresiones que utilices puedes sacarlas de
los textos que leíste, que te suenen bonitas,
expresiones idiomáticas que enriquecerán tu
vocabulario.
■ Cuida tu ortografía, si tienes duda sobre cómo
se escribe alguna palabra consulta un diccionario,
existen muchos ya en versión electrónica.
■ Si algo no te convence re- escríbelo hasta que
quedes satisfecho. Prueba a decir las cosas
de diferente manera y ver si significan lo
mismo, cuidando siempre la concreción, por
ejemplo: “a este respecto se puede sumar la
idea anterior misma que se mencionó en el
párrafo anterior” por “como se expresó en el
párrafo anterior, reiteramos que”.
■ También puedes decirle a alguien que te lea,
un amigo o un familiar, esto te dará una opinión
más objetiva y sin duda te ayudará a mejorar
aquellos aspectos que no son claros.
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